Los construyen de todos los tamaños y especificaciones. En 14 años se han descubierto 29 y las estimaciones más conservadoras mencionan que deben existir por lo menos otros treinta en plena operación.
Nadie sabe a qué horas y bajo qué condiciones los edifican, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos han sido realizados por profesionales de la ingeniería y la construcción.
En 1990 se descubrió el primer túnel en la frontera entre México y Estados Unidos y hasta la fecha se han encontrado un total de 29 edificaciones que son utilizadas indistintamente para el tráfico de drogas y de personas.
En varios de los casos el célebre actor Steve Mc Queen quedaría impactado con los flamantes narcotúneles en comparación al que utilizó en la década de los sesenta para filmar El Gran Escape, película que resultó todo un éxito.
Durante la semana pasada se descubrieron en la frontera Tijuana-San Diego dos túneles en distintas ubicaciones, uno de ellos muy cerca de la garita de San Ysidro y está conectado con otro túnel que fue hallado el año pasado.
Hasta la fecha todo mundo se pregunta quién fue la autoridad que permitió mantener activo este túnel por lo menos otro año lo que seguramente produjo ganancias extraordinarias para sus operadores.
El primer túnel de este tipo fue encontrado en la zona de Otay del condado de San Diego en 1990. El mayor de ellos se ubica en Nogales, Arizona y los dos más sofisticados fueron construidos en Agua Prieta, Sonora, y en Tecate, Baja California, respectivamente.
El primero fue un auténtico portento de ingeniería y diseño arquitectónico. Fue descubierto en 1992 en una residencia que conectaba con una bodega en Douglas, Arizona.
La entrada estaba debajo de una mesa de billar en un elegante cuarto de juegos. Con un sistema hidráulico se bajaba el piso para poder entrar al pasadizo dotado con energía eléctrica, rieles de acero, carros metálicos y un sistema de ventilación de primer mundo. Medía alrededor de 100 metros y sólo Dios sabe cuántas toneladas de droga e indocumentados transportó a lo largo de varios años.
Se adjudicó en aquel entonces al cártel Arellano Félix aunque ya se tenían noticias de que el grupo de Amado Carrillo, “El Señor de los Cielos”, operaba por aquellos rumbos.
En febrero de 2002 las autoridades descubrieron otro túnel de lujo bajo una casa de rancho en Tecate.
El pasadizo de casi 300 metros de longitud comunicaba a una casa de Tierra del Sol en California. Desde luego tenía sus rieles, carros eléctricos para transportar droga y migrantes, además de paredes reforzadas con madera.
De acuerdo a los expertos este túnel tenía al menos diez años de haber sido construido por lo que usted ya podrá imaginar cuántas operaciones ilegales habrá atestiguado.
Todo esto ocurre en medio de la oleada en contra de indocumentados que se vive en Estados Unidos y cuando se discuten presupuestos supermillonarios para el combate de las drogas y el control de las fronteras.
Este año el Departamento de Seguridad Interna ejercerá un gasto de 37 mil millones de dólares de los cuáles alrededor de dos mil millones se destinarán al combate contra las drogas en las fronteras y por lo menos otros mil millones se gastarán para controlar el paso de indocumentados.
Habrá que preguntarse si algún día alcanzarán los millones de dólares del Gobierno norteamericano para tratar de congelar por la vía policíaca a dos mercados por demás calientes: el de las drogas y el de la mano de obra. O si habrá qué modificar las estrategias antes que sea demasiado tarde.
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