En 1269 cuando San Luis partió por segunda vez a La Cruzada, se llevó con él a sus hijos Felipe, Juan y Pedro. Isabel siguió a su esposo. Soportó con mucho valor las fatigas de la desdichada expedición, e incluso tenía fuerzas para cuidar a los caballeros atacados por la fiebre.
Su heroísmo causa la admiración de todos los historiadores, pues nunca se quejó; no obstante, bajo los muros de Túnez, en donde Luis IX murió, los cruzados sufrían tantas enfermedades, que un cronista escribió: ?Numerosos eran los que hubieran querido seguir al paraíso al santo rey.?
Al morir su padre, Felipe era el rey y quiso continuar la Cruzada. Durante varios meses intentó apoderarse de Túnez. Al fin comprendió que perdía el tiempo y decidió abandonar aquella maldita tierra y volver a Francia.
El regreso fue trágico
Primero, a lo largo de Sicilia, la flota real viose envuelta en una terrible tempestad. Varios barcos naufragaron y perecieron cinco mil hombres. Al franquear el estrecho de Mesina, Felipe suspiró con alivio.
Ahora se han acabado nuestras desgracias, dijo.
Tres días más tarde, la reina Isabel, que estaba encinta de seis meses, cayó del caballo y se hirió gravemente cuando intentaba atravesar un río. A pesar de los cuidados de los médicos del rey, la joven, transportada inmediatamente a la ciudad de Cosenza, murió al cabo de dieciseis días de atroces sufrimientos, poniendo en el mundo un niño que no vivió más que algunas horas. Tenía veinticuatro años.
El dolor de Felipe fue tanto más grande cuanto que para poder trasladar a Francia el cuerpo de su esposa tuvo que someterla a un espantoso tratamiento que se practicaba entonces en Italia. El cuerpo de Isabel fue confiado a un especialista, que lo hizo hervir. Después de lo cual se enterraron las carnes, mientras el esqueleto fue colocado en un ataúd para ser conducido a París.
Felipe llegó a París con los féretros de su padre, de su mujer y de su hijo, cosa que hizo decir al pueblo que el rey ?no trajo de la Cruzada más que cofres vacíos y ataúdes llenos?.
HISTORIAS DE AMOR DE LA HISTORIA DE FRANCIA. GUY BRETON. EDITORIAL BRUGUERA, S. A. BARCELONA, ESPAÑA. 1973.
