SAN JOSÉ, COSTA RICA, (EFE).- El tenor italiano Luciano Pavarotti conquistó a los costarricenses el sábado en un concierto ante unas 27.000 personas, que terminaron de pie en una cerrada y prolongada ovación que calentó la noche fría de San José.
Acompañado por la soprano Simona Todaro, el pianista Leone Magiera, ambos italianos, y la orquesta filarmónica de Costa Rica, el tenor superó problemas de garganta que le afectaron en la primera parte del recital para sacar a relucir su calidad y carisma ante un público devoto en la segunda parte.
Además de los miles que asistieron al Estadio Nacional, en el parque de La Sabana, en el oeste de San José, el concierto fue seguido por cientos de personas por medio de pantallas gigantes colocadas en algunas puntos de la capital, entre ellos restaurantes.
Desde primeras horas del sábado, las medidas de seguridad fueron la nota dominante en La Sabana, la cual conforme avanzó la tarde fue ocupada por los miles de personas que no querían tener problemas a la hora de ingreso, al acercarse la presentación del famoso tenor, de 68 años.
El concierto fue uno de los últimos que ofrece el cantante italiano antes de retirarse cuando cumpla 70 años de edad en octubre del próximo año.
El recital arrancó acompañado únicamente por su pianista, con las piezas "Per la Gloria D?advorarvi", "Gia il sole dal Gange" y "Che Fiero costume" de Bononcini, A. Scarlatt y Legrenazi, respectivamente.
Tras esta participación, intervino la soprano para interpretar "Vaga Luna", "Che Inargenti" y "Vanne o rosa fortunata", ambas de Bellini, para luego dar paso a la Orquesta Filarmónica de Costa Rica con una pieza de Mascagni.
Punto alto del concierto fue el Ave María de Shubert, dedicado a la primera dama, Leila Rodríguez, y a los niños de Costa Rica, en la que Pavarorri dio muestras de superar los problemas de garganta que incluso le hicieron toser en una ocasión, haciendo que los asistentes cruzaran miradas de preocupación.
Tras un intermedio de casi media hora, el doble de lo previsto, el tenor salió al escenario a mostrar toda su calidad y experiencia ante un público que le aplaudía de pie.
Con "La mia canzone al vento" de Bixio y "Mattinata" de Leocavello, el tenor terminó el concierto, pero una cerrada ovación del público, entre los que figuraban altos dirigentes políticos, entre ellos el presidente de la República, Abel Pacheco, le pidió que volviera al escenario.
Con su acostumbrado pañuelo blanco en su mano izquierda, camisa blanca y traje gris, Pavarotti, que no interpretó ninguna canción de su más reciente producción "Ti adoro", volvió al escenario para interpretar "Granada", la popular canción de Agustín Lara, y "O Sole Mio", dedicado a los 140 años de amistad entre Costa Rica e Italia.
Remató el espectáculo con "Libiamo ne?lieti calici" de la Traviata de Verdi acompañado por la soprano Todaro, los 65 músicos de la Orquesta Filarmónica y el coro de los miles de voces del público que le siguieron a petición del tenor.
Tras el concierto, fuegos artificiales iluminaron el Parque de La Sabana pasadas las 10.30 de la noche (04.30 GMT del domingo) con un público que se resistió a abandonar el Estadio en una noche inolvidable.