AP
MÉXICO, DF.- El sobrino del presidente George W. Bush, George P. Bush, aceptó ayer aquí críticas a algunas de las políticas estadounidenses, y calificó de “reprobable” la decisión de armar a los agentes de la Patrulla fronteriza con balas plásticas.
El joven Bush, hijo del gobernador de Florida Jeb Bush, dijo el sábado en conferencia de prensa que su tío, si es reelegido, volvería a priorizar al hemisferio en la política exterior del país.
Acerca de las armas de los guardias fronterizos, Bush dijo que “si ha habido una aprobación del Gobierno norteamericano a esa política, es reprobable”. Las armas en cuestión tienen municiones plásticas rellenas con polvo picante.
Hablando en una mezcla de español e inglés, Bush, cuya madre es de origen mexicano, dijo que su tío no era responsable por esa política, que ha causado la furia de los mexicanos, y en lugar de ellos la achacó a “un funcionario local de imigración que está tratando de hacerse el tipo duro”.
El uso de esas armas es, de hecho, una política federal y está vigente en varios estados. George P. Bush realiza una visita a México para conseguir el apoyo de los norteamericanos residentes aquí a su tío.
El joven Bush reconoció que la guerra en Irak no es popular fuera de Estados Unidos. “No voy a negar que la mayoría de los mexicanos, y las personas de otras partes, no apoyan la guerra”, pero defendió el conflicto, y dijo que “estamos a punto de terminar”.
Acerca del Partido Republicano, Bush admitió que “hay algunos en nuestro partido que no ven los beneficios de la inmigración”, pero aseguró que el presidente es partidario de una reforma a las leyes de migración.
