AP
HOUSTON, EU.- La oposición en el Congreso y gran parte del público al programa del presidente George W. Bush para los inmigrantes ilegales podría hacer peligrar su adopción, dijo el embajador estadounidense en México según las ediciones de ayer de un diario texano.
En sus declaraciones al diario The Houston Chronicle, el embajador Tony Garza indicó, sin embargo, que Bush y el presidente mexicano Vicente Fox acordaron colaborar para solucionar el problema de los inmigrantes ilegales.
“Al parecer, hay ahora más debates dentro de nuestro país que entre nuestras naciones en torno a la Reforma de la Ley de inmigración”, agregó Garza.
El embajador dijo al Consejo de Asuntos Mundiales de Houston que sigue optimista en torno a las reacciones de ambos países y elogió los esfuerzos mexicanos para mejorar la democracia y combatir la corrupción.
Garza dijo haber quedado sorprendido al enterarse que los texanos, que según él reciben con agrado a los forasteros que llegan a ese estado, se oponen mayoritariamente a la inmigración ilegal, según una encuesta reciente.
El sondeo realizado por la firma Scripps Howard Texas Poll mostró que el 86 por ciento de los texanos adultos cree que la inmigración ilegal es un problema serio o muy serio, y que casi el 50 por ciento se opone al plan de Bush.
Garza dijo que en un viaje reciente que realizó al desierto de Arizona se enteró que los polleros -los contrabandistas de inmigrantes ilegales- violan a las mujeres y secuestran a los niños para usarlos en la prostitución.
“A los polleros no les importa si los inmigrantes salen del desierto con vida, pero a nuestro Gobierno sí”, dijo Garza.
