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MÉXICO, DF.- Este es el corrido del charro fusionado, que cuenta la triste historia de un ranchero rockero. Aguilar de apellido; José se llamaba, pero en el mercado de la música lo conocían como Pepe.
El viernes 26 de noviembre, a las tres de la tarde, salió muy tranquilo de su pequeño rancho en Tláhuac. Vestía de tenis deportivos, camisa a rayas y lentes de marca. Su destino: el Auditorio Nacional para el primero de dos conciertos en el Coloso de Reforma.
Con radio en la mano, organizaba detalles, pedía que empacaran sus trajes de charro y verificaba los estuches de sus dos guitarras eléctricas.
"Yo soy un charro en toda la extensión de la palabra... y también soy un rockero... pero nunca un popero", comenta. Cuatro escoltas le cuidan las espaldas, su familia lo sigue en dos camionetas formando un convoy compacto que esquiva el tráfico. En el camino, Pepe platica su biografía.
-¿Cómo se llamaría el corrido que contara las hazañas de Pepe Aguilar?
-"Tendría que ver con canciones; con la Revolución porque soy un revolucionario -sin pistolas-... no sé; yo creo sería ?La triste historia de un cantante fusionado?; en lugar de la del ?charro enamorado?".
-¿Cuál es la hazaña que más recuerdas?
-"Sin duda el concierto en el Zócalo. Fue un parteaguas muy importante en mi carrera. Después han sucedido muchas cosas que puedo considerar logros, pero hay más cosas tristes que bonitas, eso te lo puedo asegurar".
-¿Qué haces cuando necesitas reencontrarte con tus raíces?
-"Me voy a Tlapeyahua, el lugar donde nací. Fui un niño muy feliz, muy solitario, pero feliz... ¡caray!, empiezo a sonar como un viejo. En ese tiempo los caballos y la charrería era lo más importante, después empecé con inquietudes rockanroleras y entonces dividí mi vida entre la música mexicana y el rock, la charrería y las tocadas".
-¿Es difícil ser charro en el México del siglo XXI?
-"Sí, la humanidad se está adaptando a nuevos tiempos, con otros rituales y costumbres; es difícil mantener una tradición regional, pero siempre habrá gente que luche por ella porque tiene mucho significado e historia".
-¿Cómo fue que encontraste este estilo de charro fusionado, entre rockero y ranchero?
-"Te voy a decir exactamente cómo empezó: en 1992 Joan Sebastian me produjo el disco ranchero Recuérdame Bonito. En ese tiempo yo no tenía nada qué decir de la música aunque me sentía a disgusto. Joan se va acordar muy bien porque yo le pedía que me diera chance de meter un teclado o unas campanas, pero él se negaba. Al final lo convencí y me gustaron tanto esas cuatro, cinco notitas que metimos, que desde entonces comencé en este camino de pensar en darle a las canciones un toque más contemporáneo?.
Después de una hora de camino, el ?charro fusionado? llegó al Auditorio Nacional y se subió al escenario para ensayar mientras diez fans afortunadas lo miraban desde la primera fila y le toman algunas fotos. Pepe dijo que la fama lo tiene desilusionado porque las envidias y traiciones lo obligan a estar todo el tiempo cuidándose la espalda. Pero lo soporta porque el lado positivo del éxito es el contacto con el público. Y antes de su primer concierto, tuvo la oportunidad de convivir con estos diez fans ganadores de una promoción. Aplaudieron el ensayo y luego le pidieron una foto y un autógrafo.
Elia Reyes fue la quinta en la fila, le presentó a Pepe un corbatín colorado con vivos dorados y le dijo: "Es de mi nieto Javier que también es charro. Nosotros lo fuimos a ver en Satélite y hasta le prometió mandarle una riata... pero no le mandó nada".
Claro, ya me acordé, dijo Pepe Aguilar, no se preocupe, ahora sí se la mandamos. Por lo pronto, Elia ya le lleva a su nieto el corbatín autografiado y una foto.
"Es que lo admiramos mucho, también lo fuimos a ver en Querétaro y luego estuvimos en La Plaza México por el homenaje a su papá; lo andamos siguiendo", comentó Elia a la hora de despedirse.
Agobiado por un retraso, Pepe Aguilar tiene una reunión con su equipo de producción a las siete y media de la noche. Sus trajes de charro cuelgan de un perchero a sus espaldas mientras él pregunta si alguien sabe dónde está el video de Carlos Santana.
No es broma, el concierto está partido a la mitad por la interpretación de Europa, una de las rolas más conocidas del rockero originario de Autlán, Jalisco.
El video de Santana todavía no llega, pero ya está listo el de José Alfredo Jiménez, que se transmitirá mientras Pepe canta: "Con dinero y sin dinero, yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley".
A las ocho cuarenta de la noche, cuando Pepe Aguilar se pone su corbatín gris y mientras suena la tercera llamada, alguien le avisa que finalmente llegó el video de Carlos Santana. Contento, el charro fusionado se sirve un tequila justo antes de salir de su camerino rumbo al escenario para comenzar el concierto con El Zacatecano.
Da lo mejor
Luego de casi cinco años de no ofrecer un concierto en la ciudad de México, quitando su fiesta en el Zócalo capitalino, ataviado con un ajustado traje de charro color negro que arrancó los chiflidos y gritos de júbilo de sus seguidoras pidiendo que se diera la clásica vuelta, se presentó Pepe Aguilar ante miles de personas en el Auditorio Nacional este fin de semana.
El intérprete hizo gala de su potente voz e imagen imponente, pero a la vez amigable en un espectáculo en el que no podía faltar el tradicional mariachi, músicos, coros, humo y luces verdes, blancas y rojas.
Demostrando su entusiasmo por presentarse esa noche en tan importante escenario, prometió a su público: "Esta va a ser una noche inolvidable porque de eso nos vamos a encargar nosotros", a lo que el respetable respondió con exclamaciones de alegría.
En ese momento comenzaron a escucharse los acordes de Directo al Corazón, teniendo como fondo las imágenes que se proyectaban en las pantallas del Coloso de Reforma, los que semejaban las ilustraciones de una novela, donde se contaba la trágica historia de un hombre abandonado por una mujer que prefirió el dinero al amor que este le ofrecía.
Además del amor y las mujeres, Pepe aprovechó la ocasión para hablar de la manifestación que en ese mismo momento se llevaba a cabo en Los Pinos y echarle porras al América: "Somos tan buenos que no nos importó la Liguilla". dijo orgulloso con la camiseta del equipo en la mano, provocando, como era de esperarse, las rechiflas de uno que otro asistente.
"Qué gusto estar en el Auditorio Nacional nuevamente, desgraciadamente hubo una manifestación de encuerados y la gente prefirió quedarse ahí en lugar de venir para acá", comentó.
Y hablando del amor, con Perdóname llegó el momento de algunos de los concurrentes les dieran un codazo a su pareja y pusieran cara de ?no lo vuelvo a hacer?: "Con esta canción se acabó todo... todo el problema pues", aclaró con humor, para luego aconsejar que "si el susodicho o la susodicha, no hace caso, voltean para el otro lado e intentan con la persona de al lado".
"Siempre que Dios me permita estar en un escenario tan grande como éste o tan pequeño como el que más, dedicaré con todo respeto y cariño esta canción a don Antonio Aguilar", continuó.
Durante todo el concierto las asistentes brincaban, agitaban las manos, hacían todo lo posible por lograr que ese hombre enfundado en traje de charro las viera e intercambiaran miradas y besos lanzados al aire, con lo que quedaban totalmente satisfechas.
A pesar de que a punto de terminar el concierto falló el sonido, provocando que no se escuchara nada durante unos minutos y ante el desconcierto del cantante, quien se encogía de hombros, la gente le expresó su apoyo dándole una fuerte ovación de pie y diciéndole: ¡Animo muchacho!
Algunas personas comenzaban a retirarse, cuando volvieron a escuchar claramente la voz de Aguilar, por lo que inmediatamente retomaron sus asientos, mientras comentaba: "Yo creo que es la primera vez que pasa esta tarugada en el Auditorio Nacional... ¡Y me tenía que pasar a mí!".
Acompañado del mariachi Zacatecano, que está con el desde hace cinco años, otros de los temas que interpretó fueron Mi buen Corazón, que hace unos años interpretara Amanda Miguel; Y Tenerte otra Vez de Juan Gabriel; Cruz de Olvido, Échame a mí la Culpa y El Autobús.
Sus frases
Luego de expresar que trabajará únicamente hasta el 18 de diciembre, porque luego se irá a descansar "a unas playitas de Jalisco", Pepe consideró prematuro hablar de su siguiente CD y si la producción de "Big Brother" lo invitará a participar con una canción.
-"El Auditorio es un lugar con mucho prestigio y a cualquier colega le gusta trabajar ahí. Fue mucho el tiempo que tardamos para volver?.
-"Varias cosas se juntaron para que me tardara tanto: falta de tiempo, no había espacio en el Auditorio, uno que otro problemita con algunas empresas y no pudimos hacerlo, pero eso ya quedó en el pasado. Lo bueno es que este año regresamos al Distrito Federal de una manera muy padre. Primero canté en febrero en el zócalo, ante 135 mil personas, y ahora con un par de noches en el Auditorio que la gente ha recibido muy bien".
-"Me dijeron que Pedro Torres ya está preparando el siguiente Big Brother, y si él quiere, con gusto haremos algo. Pedro es un profesional y yo encantado de trabajar con él".
FUENTE: SUN-AEE
