Se habían tardado los piratas, además de la música, taxis, pantalones, vinos, etc., ahora son las clínicas veterinarias las que están ?clonando? hoy en día por montones. Desde hace años, alguno que otro ex empleado de una clínica veterinaria, cometía la osadía de abrir su propia veterinaria, sin ser veterinarios claro está y al conocer teléfono y mascotas de su antiguo trabajo, les llamaban a los clientes y recogían a los perros en nombre de su anterior patrón para la estética, aplicación de vacunas y hasta se aventuraban hacer una que otra cirugía, lógicamente tarde o temprano el dueño se daba cuenta del fraude; aparecían en sus mascotas abscesos por vacunas mal aplicadas, problemas de piel por la falta de esterilizar del instrumental de trabajo, perros golpeados, y hasta la muerte de su mascota por alguna enfermedad infecciosa que supuestamente ya había sido vacunada.
Lamentablemente ahora se han incrementado las pseudoclínicas veterinarias, los mismos ex empleados, fósiles que no terminaron la carrera de veterinaria, vendedores de medicina que conocen el manejo de las clínicas.
Lo peor de todo es que adoptan el mismo nombre de una clínica de prestigio y hasta utilizan el mismo logotipo, otros instalan la ?simiveterinaria? a un lado de clínicas establecidas durante años y se anuncian con letras enormes de los ?superprecios? por lo cual la gente cae en la marrullería y quien sale perjudicado es la inocente mascota.
Desde luego la Ley de Sanidad Animal no permite el clandestinaje ni la usurpación de funciones de un médico veterinario zootecnista y menos ahora que debemos realizar estudios y presentar exámenes para poder ejercer nuestra profesión en clínicas veterinarias, independientemente de la especialidad de perros y gatos que hayamos hecho para ejercer nuestra carrera, entonces lo que hacen los clonadores, es contratar a un veterinario recién egresado urgido de trabajo con un mínimo de sueldo para así poder cumplir los requisitos del gobierno y el veterinario recién egresado se olvida de la ética profesional, pues son amenazados con quitarle la chamba si no cumplen con las fechorías del patrón para aplicar ?simivacunas?, ?simitratamientos?, ?simicirugías? a precios mínimos que si el propietario utiliza su sentido común se dará cuenta que no está pagando ni el medicamento, mucho menos el servicio que implica; empleados, luz, agua, impuestos, teléfono, local, equipo, y todo esto conlleva a poner en riesgo la salud de su mascota.
Naturalmente que la calidad cuesta, pero tenga en cuenta que tendrá usted que pagar más por un mal servicio y nada, absolutamente nada le devolverá la vida a su mascota.
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