Adiós Bambi (Babú, como solíamos llamarte de cariño). Esto es un triste adiós dedicado a nuestra pequeña perrita con una gran ?personalidad?. Los que te conocían decían que eras toda ojos y orejas, para nosotros eras la perrita más guapa del mundo.
Te encontramos desde pequeña, de tan sólo unos meses de edad, asustada y sola en el centro de la ciudad. Nos adoptaste y vivimos unos años maravillosos a tu lado, eras muy traviesa y juguetona, todo a tu alcance lo destrozabas, quién lo hubiera dicho por tu tamaño, tenías sangre de chihuahueño y otras mezclas que sólo Dios podrá saber tu largo y sufrido árbol genealógico que ustedes los perritos de la calle vienen al mundo solos y desprotegidos.
Después de un tiempo nos mudamos de ciudad, hemos viajado tanto juntos hasta que nos establecimos en este lugar donde pasaste el resto de tu larga vida, sufriste y gozaste los altibajos de nuestras vidas, para nosotros lo eras todo.
Tuviste un maravilloso hijo que ha dejado mucha descendencia. Siempre estabas en todas las ocasiones sobre todo si había comida, comer era tu locura, podías pasarte horas y horas debajo de la mesa esperando que cayera alguna sobra... hubieses dado la vida por un trozo de salchicha.
Nos diste mucha alegría y cariño durante los 18 largos años de tu vida que pasaste con nosotros.
Cuántos buenos recuerdos tenemos de ti. Desgraciadamente los años empezaron a pesar sobre tu cuerpecito y en pocos meses te debilitaste tanto que ya no querías comer, ni aún ese bocado favorito que te enloquecía tanto. Tu sufrimiento era nuestro sufrimiento. Con inmensa tristeza tuvimos que tomar la horrible decisión de ayudarte a descansar en paz en el paraíso de los perros.
Desde que nos dejaste el cuatro de noviembre estamos tristes. Todo nos recuerda a ti. Dejaste un gran vacío en nuestros corazones y en la casa, hasta la sensación de que algo en el aire había cambiado, los ruidos, el canto de los pájaros, la atmósfera, todo parece ser distinto sin tu dulce presencia.
Para nosotros a partir de hoy, mirando al cielo, hay una estrella más que brilla en el infinito, ésa eres tú querida e inolvidable Bambi.
Gracias por todo lo que nos enseñaste. Te echan mucho de menos tu nietecito Ron y tu amiga Luna y sobre todo tus queridos dueños Alonso y Mónika.
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