Si no se toma en serio durante el siguiente sexenio la conservación del bosque, Durango podría quedarse sin sus recursos naturales en un lapso menor a los diez años, según lo dio a conocer un investigador de la Escuela de Ciencias Forestales de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
Roberto Luévano Escobedo, catedrático de Ciencias Forestales, comentó que es importante que la nueva administración gubernamental revalore sus estrategias y programas de aprovechamiento y cuidado de los recursos naturales, pues éstos no son tan efectivos, lo que en un mediano plazo producirá impactos severos al ecosistema de la entidad, así como a su economía.
Señaló que ante la explotación del bosque que se ha dado en la entidad se han visto daños considerables en su ecosistema, lo que ha provocado que enormes áreas se vean devastadas por el mal uso de los recursos, lo que a la naturaleza le tomaría muchísimos años para reparar la afectación.
Declaró que una solución es la producción de especies únicas y sustentables para la venta, siendo los campos afectados o áreas raleadas donde se coloquen dichas plantas o árboles, con el fin de evitar la destrucción de otros espacios, que servirían como reservas forestales.
Los estudios que se han realizado hasta la fecha demuestran cómo los genes están interactuando entre sí para modificar su especie u otras, debido principalmente a la intervención del humano en la destrucción de los recursos forestales, lo que está provocando la extinción de una gran variedad de plantas y árboles.
?Si éstos se mueren alrededor están asociados un montón de organismos, desde plantas, animales e insectos, pero además si son plantas productoras de polen se acaba la deriva genética, por lo que ya no hay una perpetuidad de las especies, lo que provoca una reacción en cadena?, aseguró.
Explicó que en la naturaleza existe una gran relación entre las especies, por lo que al modificarse una las demás sufren también alteraciones, incluso la humana, que en estos momentos se halla en un estado crítico, ya que ha afectado fuertemente a los bosques y con ello recursos tan importantes como el agua.
El estado de Durango es uno de los mayores productores de agua potable del norte del país, cuyos ramales acuíferos o escurrideros ofrecen dicho líquido vital a Sonora, Sinaloa, Coahuila, Chihuahua y Zacatecas, pero esto se ha visto perjudicado.
En las últimas investigaciones que se han realizado se observó una disminución importante de las concentraciones de agua, principalmente en la zona serrana, que prácticamente bajaron de mil 200 mililitros a 800, lo que demuestra el daño que se ha producido al bosque y que por consecuencia disminuye los mantos freáticos.
?Por ese motivo se han estado observando tantos problemas en el agua, como concentración de arsénico y otras cosas, pues disminuye la concentración del agua y en sus niveles más bajos se encuentran estos metales?, precisó el catedrático de Ciencias Forestales.
Numeralia: 10 años son los que puede soportar el bosque duranguense con el ritmo de aprovechamiento actual.
CIENCIAS
Desarrollan método de análisis
Con una idea surgida de la Escuela de Ciencias Forestales, científicos de todo el mundo pueden analizar cuál es el estado que guardan los bosques a través de la observación de imágenes obtenidas con el uso de satélites y un sistema algorítmico.
A través de llamado Índice K se puede observar cuál es el deterioro o afectación en los campos; incluso, determinar cuáles son los sitios con mayor posibilidad de incendio, lo que permite tener un control de seguridad más estricto.
Entre los autores principales se encuentra Roberto Luévano Escobedo, catedrático de Ciencias Forestales, y posteriormente se incorporó al proyecto personal de la Universidad de Nuevo León y de la Universidad Nacional Autónoma de México.