Damasco, Siria (EFE).- A punto de ser enterrado vivo, un periodista sirio consiguió gritar "Estoy vivo" y salvarse de la muerte por los pelos.
Según cuenta el diario Al Thawra, Nabil Ayub había sufrido un infarto 16 horas antes, y los médicos diagnosticaron un paro cardíaco, por lo que decidieron que ya estaba muerto y debía ser enterrado.
Ayub fue llevado al cementerio, y justo antes de que cerrasen la tapa del ataúd, logró gritar "Estoy vivo", lo que causó escenas de pánico entre los asistentes, que creían presenciar un milagro o una maldición.
Más tarde, el periodista "resucitado" explicó que durante las 16 horas de su supuesta muerte logró oír todo lo que se decía a su alrededor, sin ser capaz de emitir una sola palabra.
"Pero cuando sentí que ya era el final, logré por fin gritar", explicó, y los asistentes al sepelio que habían logrado dominar el miedo lo llevaron de vuelta a casa, donde se recupera de un susto de muerte.