Torreón, Coah.- Al cumplirse dos años del cruento homicidio de Obdulia Josefina Walss Rodríguez, ultimada de 14 puñaladas en la espalda en el interior de su domicilio, las investigaciones para su esclarecimiento continúan estancadas por parte del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, en tanto que familiares de la occisa exigen justicia.
Gerardo Villavicencio Valdés, coordinador ?B? de Homicidios, manifestó que las indagatorias no han concluido aunque reconoció que no existe una línea concreta que ayude a dar con la identidad y paradero del o los presuntos responsables de la muerte de la mujer.
A la fecha son ya decenas de personas que se han declarado durante la integración de la averiguación previa penal que hasta el momento no ha concluido, para conocer su entrono personal, tanto familiar como de amistades y de esta manera tratar de ubicar al probable homicida. El resultado ha sido negativo hasta el momento.
Fernando Ruiz Castañeda, agente del Ministerio Público encargado de efectuar las investigaciones al respecto, recientemente fue reubicado en la ciudad de Saltillo, donde ocupa el mismo puesto pero adscrito a la Dirección ?B? de Averiguaciones Previas. Esto también ha retrasado las indagatorias del crimen.
Hasta el momento, el cargo de Ruiz Castañeda permanece acéfalo, lo que complica aún más el caso, que tal parece ?nadie lo quiere?, aseguraron familiares de Josefina Obdulia.
Señalaron también que le están dando largas al asunto, pese a los múltiples escritos que se le han hecho llegar a Óscar Calderón Sánchez, procurador general de Justicia del Estado, que en tantas ocasiones ha pregonado que en Coahuila no existe la impunidad.
Obdulia Josefina Walss Rodríguez, contaba con 62 años de edad y pertenecía a conocida familia de la localidad, además que sus hermanos son reconocidos profesionistas y de amplia trayectoria. Tenía su domicilio en avenida Abasolo 2248-B oriente y fue vista por última vez por sus hijos, Rodolfo Armando Luna Walss y Luz Aurora, de los mismos apellidos, el domingo nueve de junio de 2002 como a las 19:00 ó 20:00 horas.
Fueron 14 cuchilladas que recibió la indefensa mujer, cuyo cadáver fue encontrado la noche del miércoles 12 de junio de 2002 en el interior de su domicilio. Estaba atada de manos a la espalda y con la boca cubierta, además el arma homicida permanecía clavada a su espalda.
Villavicencio Valdés dijo que aunque no se ha establecido de manera fehaciente el móvil de este homicidio, la saña con que fue cometido hace presumir que se trata de una venganza, de la cual se ignoran los motivos hasta la fecha, a dos años de sucedido.
Por lo pronto, hermanos, hijos, sobrinos y demás familiares de Obdulia Josefina, siguen aguardando a ver hasta cuándo se hará justicia y se detendrá y enjuiciará al o los responsables de este sangriento crimen.
La historia
Preocupados por su inesperada desaparición, algunos de los compañeros del grupo de tai chi al que con regularidad asistía Obdulia Josefina Walss Rodríguez, acudieron a su domicilio el miércoles 12 de junio de 2002, para ver qué sucedía.
Al tocar con insistencia a la puerta y no haber respuesta, solicitaron la presencia de un cerrajero para que la abriera, encontrándose con una macabra escena. Atorada a un lado de la cama en su recámara, estaba el cuerpo de la sexagenaria, encima de un charco de sangre. Se hallaba con la boca tapada por una cinta adhesiva. Sobre sus manos atadas hacia atrás sobresalía un cuchillo de cocina, clavado hasta la mitad, en la parte que se conoce como espalda baja.
Alrededor de las 20:40 horas de la fecha en mención, Fernando Ruiz Castañeda, agente en turno del Ministerio Público de Homicidios, acudió hasta el lugar, acompañado del personal de Servicios Periciales y algunos elementos de la Policía Ministerial, a fin de iniciar con las investigaciones del crimen.
Una de sus vecinas, con domicilio en la misma arteria pero en la finca marcada con el número 2238 oriente, manifestó al representante social, que el lunes diez de junio había platicado con Obdulia Josefina y ya no supo más de ella.
La occisa vivía sola y frecuentemente era visitada por sus hijos, quienes le llevaban lo necesario para que no tuviera necesidad de salir a comprar la despensa al supermercado.
El médico legista que realizó la necropsia, determinó que fueron 14 las puñaladas que recibió en la región lumbar, todas ellas penetrantes. El arma homicida fue tomada de la cocina del domicilio de la mujer. Las cerraduras no presentaron huellas de haber sido forzadas.
El Ministerio Público estableció pues que la occisa conocía al o sus victimarios, al presumir que ella misma abrió la puerta para que entraran.
A dos años de su muerte, las autoridades no han podido establecer quién o quiénes son los responsables.
