Únicamente desean regresar a su país
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los ilegales están marcados para sufrir vejaciones. Los indocumentados sudamericanos aún más. Alejados de su tierra, tres guatemaltecos aguantan con resignación el mal trato de las autoridades federales. Desde hace cuatro días permanecen en las celdas de la Policía Preventiva y no saben nada sobre su situación jurídica.
“Para qué nos tienen aquí tanto tiempo, nosotros tenemos que regresar, tenemos familia en casa, hay que buscar para comer”, dice en voz baja Porfirio Eliso Delaila de 24 años, a la vez que agacha la cabeza cubierta con un gorro y levanta un brazo a modo de reclamo.
Junto con Porfirio, la queja es manifestada por Ricardo Mejía Argumedo de 25 años y Carlos Hipólito Ramos de 20 años. Los tres sudamericanos fueron detectados por las autoridades cuando se desplazaban en un vagón del ferrocarril el pasado viernes.
La privación de la libertad de los guatemaltecos es una violación a las garantías individuales enmarcadas en la Constitución y la transgresión se agrava aún más, cuando los tres jóvenes son albergados en un recinto destinado a infractores del Bando de Policía y Buen Gobierno, así como delincuentes.
“Nosotros no nos hemos robado nada”, repite en varias ocasiones Ricardo mientras es obligado a recoger sus escasas pertenencias para permitir que otros internos aseen la celda que ocupan desde hace cuatro días.
Cuestionados sobre la atención en sus alimentos, los tres ilegales afirmaron que las autoridades municipales cumplen con la medida y se mostraron agradecidos.
Desde el pasado 18 de febrero del presente año, los tres amigos emprendieron el viaje de su país natal con el deseo de llegar a la frontera norte. En todos los intentos realizados, sólo Porfirio ha logrado cruzar la frontera por Laredo una vez.
Al final, la petición de los “presos” ilegales es la de una mejor atención y la repatriación más ágil al país de origen, o en su defecto, el internamiento a otro municipio cercano, donde puedan aprovechar el viaje colectivo y generar menos gastos en su traslado.
Levantar queja
La oficina de la Segunda Visitaduría de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila, informó que buscará el acercamiento con los tres guatemaltecos que desde el pasado viernes están recluidos en las celdas de la Policía Preventiva y “olvidados” por el personal del Instituto Nacional de Migración.
Manuel Isaac López Soto, visitador auxiliar, informó que en el contacto con los jóvenes ilegales, se les cuestionará si tienen el deseo de interponer una queja, misma que sería canalizada a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por ser una dependencia federal la aludida.
“Sabemos que los indocumentados no deben ser internados en las cárceles, pero esto es algo que se hace en todo el país, ya que en los municipios no hay lugares específicos para albergar a estas personas”, señaló López Soto.
Con este ejemplo, surge la necesidad de analizar la creación de estaciones migratorias o la habilitación de espacios adecuados en las mismas oficinas para internar a los ilegales, con respeto a los derechos humanos.
