31 de marzo de 2004.
Londres, (EFE).- El Reino Unido aprobará las "uniones civiles" entre homosexuales, que otorgarán los mismos derechos legales que los matrimonios convencionales pues podrán recibir pensiones y tener responsabilidad sobre los hijos del compañero.
Como se había comprometido hace meses, el Gobierno británico presentó hoy un proyecto de ley que, por primera vez, permitirá que los "gays" y lesbianas de Inglaterra y Gales se inscriban como parejas en un Registro de Uniones Civiles.
Aunque no habrá ceremonia de boda, los contrayentes firmarán un documento oficial ante el encargado del registro y dos testigos, lo que, pese a que el Gobierno británico se resiste a llamarlo "matrimonio", es lo más similar posible a un contrato de casamiento.
De hecho, en el Reino Unido ya son calificados abiertamente como "matrimonios gay" y los "cónyuges" hasta podrán "divorciarse" mediante un proceso en los tribunales para disolver el acuerdo.
Esas uniones civiles otorgarán a los inscritos derecho a pensión en caso de fallecimiento del compañero, las mismas leyes que los matrimonios heterosexuales con respecto a las herencias y cobertura de la seguridad social.
Contarán además con la posibilidad de tener responsabilidad sobre los hijos del "cónyuge", aunque no se hace una referencia expresa a la posibilidad de adopciones.
Las parejas de homosexuales inscritas en el registro podrán recibir compensaciones en caso de accidentes mortales, continuar con el alquiler o propiedad de una vivienda si muere su compañero y ser tratados como el pariente más cercano en los hospitales.
Además de derechos, los "gays" y lesbianas tendrán también deberes, pues los contrayentes deberán mantener al compañero y a los hijos de éste si es preciso.
Aunque el proyecto ha sido por lo general bien recibido en el Reino Unido, un país conocido por su pragmatismo, la posibilidad de esas uniones civiles ha sido recibida también con críticas.
Cuentan con la oposición frontal de grupos cristianos, que afirman que mina el sacramento del matrimonio, y han sido censuradas por asociaciones de homosexuales que creen que la ley se queda corta.
El Partido Conservador británico, que hasta hace poco se oponía a que los ayuntamientos británicos promovieran los derechos de los homosexuales, anunció que dará libertad de voto a sus parlamentarios sobre esta cuestión.
Esta misma semana, los "tories" celebraron su primera conferencia sobre la homosexualidad, en un intento "de representar a todas las secciones de la sociedad" y atraer votos de ese sector de la población, según reconoció la dirección del partido.
Al anunciar la ley, Jacqui Smith, secretaria de Estado de Igualdad, afirmó hoy que "abre la puerta al respeto, al reconocimiento y a la justicia para aquellas personas a las que se les ha negado durante demasiado tiempo".
Trevor Bentham, que fue pareja del fallecido sir Nigel Hawthorne durante 22 años, dijo que, hasta ahora, el limbo legal para los homosexuales británicos era "bastante cruel" y la nueva legislación supone "un gran alivio". "Hemos esperado demasiado, ya está en marcha en muchos países desde hace años", señaló Bentham.
La situación legal en Inglaterra y Gales para los homosexuales será similar a la de Alemania, los países escandinavos o la provincia canadiense de Ontario.
El Gobierno británico especificó, al presentar la ley, que esos contratos sólo podrán ser firmados por "gays" o lesbianas que no estén casados y que no se aplicarán a las parejas heterosexuales que vivan juntas sin estar casadas, lo que también ha causado críticas.
Se estima que, hacia el año 2050, unas 42.000 parejas homosexuales de este país se habrán inscrito como uniones civiles, un número bastante bajo teniendo en cuenta que hace unos meses el Ejecutivo preveía que ese número superase los 400 mil.