EL SIGLO DE TORREÓN
Torreón, Coah.- Prevalece el temor entre comerciantes, choferes y concesionarios de las diferentes líneas que van a México, Guadalajara y Moroleón, debido a la presencia de grupos de salteadores de caminos que luego de casi dos años regresaron por sus fueros y en sólo una semana cometieron dos atracos, obteniendo un botín de casi 400 mil pesos.
Luego que El Siglo de Torreón hiciera público el caso de varios laguneros que se dirigían a Moroleón, Guanajuato, a comprar ropa y calzado y que fueran asaltados por dos sujetos que abordaron el camión de la línea Gon-San de San Pedro, Coahuila en Lerdo, Durango, varias personas, entre ellas algunos concesionarios, se acercaron para externar sus miedos de ser víctimas de una fechoría de este tipo.
Habiendo solicitado previamente su anonimato, los denunciantes manifestaron que los atracos por lo general se llevan a cabo en el tramo comprendido entre Cuencamé y Fresnillo, donde se registra escasa afluencia vehicular, lo que favorece los planes de los delincuentes.
Elena García (nombre ficticio), narró que en una ocasión fue despojada de 20 mil pesos que llevaba para adquirir artículos diversos en la Ciudad de México y luego revenderlos en Torreón. Fueron también dos sujetos armados que luego de amagar con un arma de fuego al conductor del autobús, su cómplice hizo lo mismo con los pasajeros.
Posterior a ello, fueron pasando por los lugares donde se hallaban sentados para apoderarse del efectivo, joyas, celulares y demás objetos de valor que llevaban y una vez conseguido lo anterior, descendieron de la unidad en pleno despoblado para enseguida huir a campo traviesa.
?Lo peor de todo, es que no fue una sola vez, ya que luego de varias semanas me sucedió lo mismo. Esa vez me quitaron 17 mil pesos y en una tercera ocasión, ya de regreso, se robaron la mercancía que habíamos comprado en Moroleón?, señala Elena García.
Por su parte, Roberto Luna dijo que en lo que se conoce como la Ruta del Sol y que recorre varias ciudades del Pacífico, los atracadores salen dispuestos a todo, pues para detener a los autobuses se ponen en medio de la carretera y hacen varios disparos con armas largas. Principalmente apuntando al chofer.
?Ahí, con lujo de violencia y palabras altisonantes, bajan a todo el pasaje al que despojan de sus pertenencias. Incluso han llegado al grado de desnudar a las personas para luego huir entre la sierra sin que nadie los pueda detener?, dijo Roberto Luna.