Autoridades y pobladores trabajan a marcha forzada en las regiones devastadas por inundaciones.
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PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- El Gobierno interino de Haití y agencias internacionales intensificaron ayer sus actividades de auxilio en los pueblos devastados por las inundaciones que han matado a casi 2,000 personas en la isla caribeña de La Española.
Lluvias torrenciales y grandes deslizamientos de lodo han afectado a pueblos en lugares remotos. La cifra de muertos aumentó el miércoles con el descubrimiento de más de 1,000 cadáveres en Mapou, Haití, según un funcionario del Gobierno.
“Mapou se halla en medio de un valle y está prácticamente bajo el agua”, dijo el teniente coronel David Lapan, portavoz de una fuerza multinacional de las Naciones Unidas que proporciona seguridad en Haití después de la caída de su Gobierno en febrero.
“Es como un lago cuando se le ve desde el aire”.
La cifra de muertos en Haití era de unos 1,660, mientras que en la República Dominicana se han recuperado 329 cadáveres, en su mayoría en el pueblo de Jimaní, cerca de la frontera con Haití.
Haití ha tenido que confrontar dos grandes desastres en menos de tres meses, después que una sangrienta rebelión causara la muerte de más de 200 personas, situación que condujo al derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide. Desde marzo, la nación ha estado dirigida por una coalición internacional.
Las Naciones Unidas enviaron al país una fuerza de paz, compuesta por 3,500 efectivos y liderada por Estados Unidos, para proporcionar seguridad y ahora ha tenido que centrar su atención en las actividades de auxilio, con el envío de helicópteros a las zonas inundadas donde los caminos han quedado intransitables.
Tres vuelos salieron ayer de Puerto Príncipe con cargamentos de agua y otros suministros de emergencia para ayudar a los damnificados en la zona de Fond Verettes, donde al menos 158 personas han perdido la vida y en Mapou, cerca de la ciudad sureña de Jacmel.
“Es una misión de reconocimiento. Llevan tabletas de cloro para el agua potable”, dijo Bernard Barrett, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja. “Van a tratar de llevar algunas palas y equipos de primeros auxilios, pero los helicópteros tienen espacios limitados”.
La zona de Mapou sigue bajo la amenaza de fuertes tormentas, lo que ha obligado a las tropas a acelerar sus actividades de auxilio, según Lapan.
Haití es la nación más pobre de las Américas. Su población de ocho millones de habitantes lucha por conseguir alimentos y refugio. Cuatro de cada cinco haitianos vive en la pobreza y sólo un cuarto de la población tiene acceso a fuentes de agua potable.
En República Dominicana, el presidente Hipólito Mejía, quien declaró ayer día de duelo nacional, viajó al devastado pueblo de Jimaní y pidió ayuda internacional, particularmente materiales para reconstruir casas.
Aparte de los 329 muertos, hay cerca de 300 desaparecidos y 620 casas resultaron severamente dañadas, dijeron las autoridades.
FLUYE LA AYUDA
Los dominicanos abarrotaron ayer los centros de recolección de ayuda para los damnificados de Jimaní:
*Medios de comunicación, empresas, partidos políticos, juntas de vecinos y organizaciones comunitarias montaron por diversas vías jornadas para que la población llevara sus donaciones.
*En la capital dominicana, emisoras de radio y televisión alentaban a la población a acudir con ropa, medicina o comida enlatada a los centros de acopio.
*Decenas de organizaciones estatales y no gubernamentales coordinaban el transporte y la distribución de la ayuda humanitaria.
*La Iglesia Católica anunció que organizó un equipo de más de cien voluntarios para manejar la ayuda que le están entregando a la institución cristiana.
*Desde el extranjero también seguían anunciando ayudas, principalmente de residentes en Puerto Rico, Nueva York y Miami.
*La Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y Cruz Roja Española informaron que enviarán el sábado dos aviones con ayuda humanitaria para Haití y República Dominicana, países que comparten la isla La Española.
FUENTE: AP
CALAMIDAD PÚBLICA
El presidente dominicano Hipólito Mejía decretó ayer como día de duelo nacional por la catástrofe de Jimaní, y declaró zona de desastre y de calamidad pública a ese municipio del suroeste del país.
“Se declara este jueves 27 de mayo del cursante 2004, como Día de Duelo Oficial en todo el territorio nacional, por las irreparables pérdidas humanas que se han registrado en Jimaní”, dijo en un decreto emitido el pasado miércoles.
La iniciativa establece que las lluvias e inundaciones que se han producido en el territorio nacional “han causado graves daños materiales y pérdidas humanas significativas, especialmente en el municipio de Jimaní, provincia Independencia”.
El decreto sostiene que los daños y pérdidas humanas han sido de tal magnitud que en Jimaní hay un estado de calamidad pública que podría poner en riesgo más vidas y propiedades si el Estado no asume sus responsabilidades en lo concerniente a este tipo de evento.
El Ejecutivo instruyó a todos los organismos y funcionarios estatales, incluyendo a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional, “a integrarse a las labores de socorro que se desarrollan en estos momentos en el citado municipio”.
ALGO NUNCA VISTO
El presidente electo de República Dominicana, Leonel Fernández, llamó a la comunidad internacional a ayudar a su país para mitigar los efectos devastadores provocados por las lluvias en la localidad de Jimaní.
Según reportes del periódico Listín Diario, Fernández señaló que ésta ha sido una tragedia nunca vista en el país y es urgente que la ayuda fluya hacia Dominicana, la cual contribuirá a enfrentar los efectos de la tragedia que ha provocado centenares de muertos.
Fernández, quien está de visita en la ciudad estadunidense de Nueva York, dijo al enviado especial del rotativo que ha recibido la solidaridad y colaboración de muchas personas para que su país enfrente el desastre natural que lo ha llenado de dolor.
“Son gestos que agradecemos, porque muestran la solidaridad que necesitamos, y todos los que puedan colaborar para mitigar los efectos de esta tragedia será agradecido, porque es un gesto humano y solidario frente a lo que nos ha conmovido a todos”, expresó.
El presidente electo apuntó que la tragedia en Jimaní “ha sido algo que nos ha conmovido a todos, porque no habíamos visto una cosa semejante de centenares de muertos y desaparecidos”.
Los torrenciales aguaceros que azotaron el fin de semana la región arrasaron varias aldeas en Dominicana y Haití, dejando más de dos mil muertos, aunque la dificultad para llegar a esos lugares impide conocer la verdadera magnitud de la tragedia.
ESPAÑA, A LA ESPAÑOLA
Un equipo de bomberos especializados en rescate y médicos españoles viajaron hoy hacia República Dominicana para ayudar a atender a los damnificados por las inundaciones registradas en ese país y en Haití.
El grupo viajó con material médico, de rescate y una potabilizadora de agua, capaz de depurar seis mil litros por hora, para evitar la propagación de epidemias.
El equipo, integrado por siete personas, se instalará en la ciudad de Jimani, fronteriza con Haití y la más afectada por las inundaciones.
Las tareas de la misión serán evaluar, localizar, rescatar y atender a las víctimas, dijo el portavoz de la organización Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF), Fernando Carballo.
Agregó que el grupo viaja con los medios necesarios para enfrentar cualquier situación de rescate, y comentó que hasta el momento se desconoce la magnitud de la tragedia provocada por las lluvias, debido a que aún hay zonas sin evaluar.
El vocero de BUSF señaló que en principio el equipo permanecerá en el país caribeño hasta el 7 de junio, aunque, dependiendo de la situación, el grupo podría continuar su estancia o ser relevado por otro contingente
El médico José Luis Sevillano, quien viaja en compañía de un enfermero y un farmacéutico, explicó que atenderán a la población damnificada y evaluarán las necesidades de medicinas y personal sanitario, para pedir material.