Entre 1910 y 1916 hubo realmente un éxodo de zacatecanos hacia el norte. Muchos se quedaron en la Comarca Lagunera, otros se fueron a los Estados Unidos de Norteamérica y hubo un momento, en 1916, que salió una caravana de gente de Juanchorrey, Zacs., rumbo al norte.
Era dramática la situación por dos razones: La Revolución y el hambre. Las tierras no se cultivaban y no había maíz, ni frijol para comer, ni carne, porque los revolucionarios de ambos bandos, cuando llegaban a los poblados, los saqueaban y se llevaban el ganado para alimentar la tropa.
Desde 1914, Francisco Robles Correa (el mayor) ya estaba en Torreón y trabajaba en los Ferrocarriles Nacionales de México en el Departamento de Express. Su padre, Alejandro Robles Nava y mi padre Francisco Robles Correa, (el menor) y el nieto, de la fotografía, hijo del primero de los citados, se radicaron en Torreón. Alejandro era carpintero y mi padre también empezó a trabajar en los ferrocarriles.
Alejandro nació en el Cargadero, Tepetongo, Zacs., el 16 de octubre de 1866, hijo de José Severo de Jesús Robles Arellano, originario de Tepetongo, en el rancho de la Tinaja, nacido el seis de noviembre de 1812. Don Severo que era hijo de don Juan Tomás, también de la Tinaja, 1760, y éste a su vez era hijo de don Jerónimo del Rosario Robles, 1695.
La segunda esposa de don Severo, fue doña Ma. Teodocia de Jesús Nava Silva, padres de una numerosa familia, muchos de los cuales vinieron a la Comarca Lagunera. La familia de Alejandro y Agustina Correa González en su mayoría fueron carpinteros y agricultores, además de comerciantes.
Agustín Correa González de Robles, nació en Juanchorrey el 26 de agosto (aunque se festejaba el 28 de agosto) de 1869, hija de José Salomé Correa de la Torre y de su esposa María María González de la Torre.
El matrimonio de Alejandro y Agustina procreó 15 hijos y trasladaron su residencia a Torreón en 1916, donde contribuyeron con sus trabajos al desarrollo de Torreón y la Comarca Lagunera, donde ya vimos en artículos anteriores que un sobrino, Eduardo Robles Nava, fue muerto en combate en Parral, Chih., en la Revolución Maderista, a la que se unió en 1910, estando trabajando antes de su muerte en las minas de Mapimí, Dgo.
Por otra parte, mi tío Francisco Robles (el mayor) que trabajaba en los ferrocarriles, murió en 1918 cuando la terrible ?Influenza Española? azotó a La Laguna, muriendo miles de gentes.
Mi tío fue sepultado en el panteón ?La Rosita?, que muchos no recuerdan, pero donde sepultaron muchos cientos de gentes desde 1912 hasta su clausura en 1925. Este panteón estuvo al oriente de la ciudad, en aquellas fechas, muy alejado del caserío y que era, según me lo informó don Guillermo Wulff, que lo conoció por el rumbo del bulevar Revolución y calzada de La Rosita, muy cercano a donde ahora se encuentra la Escuela Venustiano Carranza.
Al morir Francisco dejó viuda a doña Luisa de la Torre, con sus pequeños hijos José Hilario, que aparece en la foto junto a su abuelo y a su hermana Julia.
Ella regresó a Juanchorrey en 1920, y José hizo su vida, con su esposa Elena de la Torre y sus hijos, definitivamente en la Comarca, en la ciudad de Gómez Palacio, Dgo., donde él falleció y viven sus descendientes por el rumbo de Santa Rosa.