El doctor Luis Maeda Villalobos, uno de los presentadores del libro Matamoros de La Laguna de la autoría del C.P. Gildardo Contreras Palacios, el 25 de noviembre pasado, dijo:
Hoy es un día especial para mí, en virtud de tener la oportunidad de presentar un documento histórico, fruto de una investigación exhaustiva, que hacen del libro Matamoros de La Laguna, un logro más del prolífico escritor parrense, pero muy lagunero, licenciado Gildardo Contreras Palacios.
No puede pasar desapercibido en la investigación, el hecho de la venturosa participación de los soldados de Cristo, desde el año de 1569, con la presencia de Fray Pedro de Espinareda, quien descubrió un caudaloso río cercano a lo que sería después, la Misión de Cinco Señores, en la Nueva Vizcaya. Vio que los aborígenes pescaban con una trampa fabricada con ramas de sabino, ingenio del hombre de Aridamérica, que se conoce como Nassa. De ahí el nombre de nuestro Nilo Lagunero, el río Nazas, que da vida, junto a su hermano gemelo, el río Aguanaval o del Buen Habal, a la Comarca Lagunera.
Tampoco es posible olvidar a los padres de la Compañía de Jesús, quienes fundaron las misiones de La Laguna, arrostrando todo tipo de peligros con la sola vocación de llevar a los naturales la Buena Nueva y los Sacramentos.
Las tribus salvajes eran nómadas, recolectores y cazadores, gentiles que habitaron el Altiplano Norte de México, quienes conservaban sus costumbres, ritos y tradiciones, aceptando sólo la voluntad evangelizadora, con cabecera en la Misión de Santa María de las Parras, fundada en 1598 en el Valle del Pirineo, bautizado así por el capitán Martín López de Ibarra, allá por los años de 1569 y 1570. Al parecer, este teniente de gobernador, fundó una pequeña puebla que fue desmembrada por el ataque de los indios salvajes.
Los padres jesuitas, desde la Misión señera de Santa María de las Parras, fundaron la de Hornos, San Pedro y Santiago, la del Cacique de Aztla, San Francisco de Arriba del río de las Nasas, San Juan de Casta, Mapimí, las visitas de San Ignacio y el Baicuco, y la más septentrional de todas, la misión de Cuatrociénegas. Las tribus, que según el investigador William Griffen de la Universidad de Arizona eran más de 200, ocurrían a Parras, aunque algunas se iban convirtiendo en sedentarias, gracias a la enseñanza de una incipiente agricultura de maíz, frijol, calabaza y chile que les daban los padres jesuitas, y cuyas cosechas se tenían que esperar.
Ha sido posible conocer más sobre la cultura de los laguneros con dialecto irritila que merodeaban por La Laguna de Mayrán, gracias a los estudios logrados por Orozco y Berra y por los del antropólogo don Pablo Martínez del Río, entre otros arqueólogos y científicos, realizados por los años cincuentas.
En esta semblanza introductoria, hemos de mencionar a los pioneros evangelizadores suscritos en el Anua de 1594, por Gerard Decorme: Gerónimo Ramírez, padre Juan Agustín de Espinosa, Francisco de Arista y otros más. Y ahora conozco el detalle de que Fray Juan Nepomuceno de la Carrera, tuvo que ver en la fundación de San José de Matamoros, en una secuencia desde El Gatuño, Vegas de Marrufo, del Arenal, el pueblo de San Juan Nepomuceno de la Carrera, luego San José de Matamoros, entre los años de 1817 y 1832, todo contenido en la historia del libro que presento, cuya autoría repito, es del licenciado Gildardo Contreras Palacios, en sus cuatro capítulos y anexos importantes.
El libro Matamoros de La Laguna. Su origen y fundación, abarca una época de clara importancia, cuya autenticidad de los hechos se soporta en una vasta bibliografía y en los datos del archivo María y Matheo de Parras, de don Eduardo Guerra, del profesor Santos Valdés, del Archivo General de la Nación y muchos más, como el archivo parroquial de San José y Santiago del Álamo (Viesca) y de eruditos historiadores como el obispo De la Mota y Escobar, León Portilla, Teodoro de Croix, Orozco y Berra, Vito Alessio Robles, Jorge L. Tamayo, Pastor Rouaix, Atanasio G. Sarabia, José León Robles de la Torre, entre otros, que hacen de la obra Matamoros de La Laguna, un importante acervo histórico, cuya lectura será la oportunidad de conocer datos del pasado, más cercanos a la verdad.
En la presentación del libro Matamoros de La Laguna del C.P. Gilberto Contreras Palacios, el día 25 de noviembre de 2004, en el Museo Regional de La Laguna, en Torreón, Coah., en el presídium de izquierda a derecha: Lic. Fernando Díaz de León, Dr. Luis Maeda Villalobos, el autor Gildardo Contreras Palacios, el Profr. Matías Rodríguez Chihuahua y Profr. Roberto Treviño Rodríguez, acompañados de un coro que interpretó hermosas canciones cardenches y corridos de la Revolución.
