Alarma el crecimiento de las adicciones entre jóvenes, dice Juan Francisco Arroyo Herrera al hablar de los problemas más graves de Durango
Un hombre que gana 30 mil pesos mensuales, (sueldo que se le hace insuficiente), ex periodista de la nota roja, ex procurador del estado y ahora encargado de la Dirección Municipal de Seguridad Pública, Juan Francisco Arroyo Herrera, habla de su vida profesional y de algunos detalles íntimos que dejan ver quién está a cargo de la seguridad de los duranguenses.
Incursión en los medios
El ahora funcionario, trabajó como resportero de la nota roja en un periódico que ya desapareció, comenta que en ocasiones las mejores noticias surgían de la casualidad.
Relata que en su experiencia como reportero ?cubrió? varios eventos importantes, de los cuales se llevó la exclusiva y vienen a su mente algunas anécdotas que dice forman parte de su experiencia como comunicador.
Su labor en la Procuraduría General de Justicia
Los secuestros son parte de los delitos que más azotaban al país en el tiempo en que Juan Francisco Arroyo entró a la Procuraduría General de Justicia en el Estado, y Durango no era la excepción, pues justo cuando tomó su puesto acababa de ocurrir uno.
Una de las principales exigencias del entonces gobernador, Maximiliano Silerio Esparza, era detener la ola de crímenes, aunque, según el entrevistado, era muy difícil, porque no se puede tener un policía detrás de cada delincuente y en ese momento lo que más preocupaba eran los secuestros.
Para este delito se puso especial atención y en un caso que recién había ocurrido, se notó la presencia de
una camioneta gris con guinda, la cual de pura casualidad llamó la atención tanto al declarante como a otro agente, por lo que se siguió el vehículo que coincidía con uno que se había visto en el lugar del ?levantamiento?.
Al día siguiente ya se tenían algunos sospechosos, se vigilaba la casa donde habitaban y por la noche acudió un vehículo similar a la camioneta observada por los elementos policiacos.
Se siguió al vehículo y tras un largo tiempo se perdió comunicación con los agentes pues al detectarlos los secuestradores abrieron fuego contra ellos, lo que originó un enfrentamiento que terminó con la detención de los maleantes.
La Dirección Municipal de Seguridad Pública
?Al salir de la Procuraduría General de Justicia me juré que no volvería a trabajar en esto; entonces, entró el presidente Aispuro, me habló para trabajar y le comenté que tenía mis oportunidades por otro lado?, aseguró Arroyo Herrera.
Según él, fue la amistad la que lo orilló a tomar de nueva cuenta un trabajo de seguridad pública, pues para ese entonces se encontraba muy desilusionado de la ingratitud que se vive en ese tipo de puestos, pues el riesgo es alto y el reconocimiento nulo.
Entonces, un elemento de Protección Ciudadana, Eleuterio Quiñones, le hizo reflexionar sobre su labor, pues en una ocasión le quisieron hacer un reconocimiento, pero lo rechazó pues le aseguró que esos actos no tienen trascendencia ante la vulnerabilidad de la imagen de los cuerpos de seguridad ante la sociedad.
Siglo (S).- ¿Cómo califica la seguridad de Durango?
Arroyo Herrera (AH).- Tranquilo, Durango es tranquilo.
S.- ¿Por la gente o porque se tiene una policía eficiente?
AH.- Sí podemos hablar de eficacia en el trabajo, nada más bajamos la guardia y se eleva la inseguridad.
Ya hemos hablado del mapa delictivo, en donde procesamos toda la información de llamadas por teléfono, de donde cada 15 días sacamos un informe, en el cual se refleja dónde se nos están creando trastornos en materia de pleitos, borrachos, alteraciones.
En alguna ocasión le comenté al general de brigada, Sergio Magaña Mier, que la delincuencia parece que opera a lo tonto; pero no, ellos también nos están estudiando, aprovechando los momentos en que estamos más descuidados.
¿Cuándo nos dieron el primer bancazo?, cuando ocurrieron las inundaciones y estábamos en El Arenal, además de otras comunidades; descuidamos la seguridad en la ciudad, pues andábamos trabajando la Ministerial y nosotros en esos lugares.
S.- ¿Qué tanto apoyo tiene del Alcalde y del Gobernador?
AH.- Desgraciadamente, los recursos no son los mismos que en otros estados; por ejemplo, cuando entramos a la Dirección visitamos a Monterrey en donde se les entregaron 100 motocicletas, pero entendemos que son otras condiciones. (Y reacciona), sí se no ha apoyado. El Gobernador nos ha entregado armamento, el cual está modernizado, pues ya tenemos, R15, Beretta, los revólveres que están en buenas condiciones; incluso, estamos sacando el equipo obsoleto, como algunos rifles M1.
Desgraciadamente, también, hay que decirlo, lo vehículos están en constante desgaste, sobre todo las unidades de Seguridad Pública tienen un trabajo rudo, el cual les da cuando mucho tres años de vida.
S.- ¿No se tiene el equipo necesario?
AH.- Sí, quizá no sea el óptimo, pero sí el suficiente; a mí me gustaría tener pura camioneta como en Torreón, en donde tienen tres turnos de ocho horas, con 240 camionetas, que la más antigua era modelo 2000 cuando los visitamos en el 2002.
Nosotros tenemos 120 vehículos, de los cuales creo que la mitad está en condiciones adecuadas.
S.- Se dice que la mayoría de los delitos es por la falta de presencia de los agentes. ¿Qué tanta presencia tienen?
AH.- Si hay; en veces una encuesta no es tan confiable, porque podemos preguntar que si en el día hemos visto a un policía y si no se ve, eso no quiere decir que no tengamos seguridad pública.
Nosotros estamos revisando la labor de nuestros elementos especialmente en lugares en donde se den grandes concentraciones de gente, como las áreas donde están los estudiantes, desde profesional, hasta primaria y jardines de niños.
S.- Comúnmente se dan los mismos hechos en los mismos lugares. ¿Por qué?
AH.- En muchas ocasiones se detiene a la misma gente, a quienes se les remite y se les debe dejar en libertad porque cometen faltas administrativas; tal es el caso de un tipo apodado El Flash, de la colonia Silvestre Revueltas, quien llegaba a algunas tiendas tal y como Dios lo trajo al mundo.Así hay varios en todos los rumbos de la ciudad.
S.- El hecho, no sólo las personas, también es recurrente ¿Es así?
AH.- Puede que sí, pero el campo de nosotros es limitado porque son faltas administrativas.
S.- ¿Las lagunas legales les impiden erradicar delitos?
EH.- No hay lagunas, pues en muchos casos no hay denunciantes; los artículos 14 y 16 dicen que nadie puede ser detenido por denuncia o querella, así que yo no puede convertirme en denunciante, pues yo lo estoy remitiendo pero no existe la figura del ataque a la sociedad.
S.- ¿Ésa no sería una laguna legal?
AH.- No, porque la Constitución es clara. En esos casos lo que se debe hacer es preguntar en dónde estaba el detenido, quién llamó, para que el agente del Ministerio Público sea el que determine.
S.- ¿Colabora la gente con la policía?
AH.- Yo pienso que sí; por ejemplo, cuando llegamos a Seguridad Pública el índice de llamadas al servicio 066 eran de un 50 por ciento falsas y seimpre eran los mismos que estaban distrayéndonos de nuestra labor. Se han tenido avances cuando se entra en contacto con sectores formales como los empresarios, el educativo, los padres de familia, los mismos estudiantes.
La Escuela Secundaria Técnica No. 1 es una de las instituciones que se ha clasificado como de mayor riesgo por la ubicación, la presencia de personas ajenas al plantel, que pueden vender alguna droga o molestar a los estudiantes, por lo que se han establecidos acuerdos de trabajo con la Dirección.
S.- ¿Cuánto gana un policía?
AH.- Existen varias categorías; ahorita el más bajo anda por los cuatro mil 500. Antes gana menos, pero cuando entró el presidente Aispuro lo primero que hizo fue aumentarles el sueldo como en un 20 por ciento. No andamos igual que en grandes ciudades, pero no estamos tan abajo porque hay ciudades que ganan los seis mil pesos.
S.- ¿Vale el riesgo?
AH.- Para quien tiene vocación creo que sí; para el que va para encontrar un trabajo, no. Cada mes tenemos tres semanas de capacitación, en donde les brindamos ayuda psicológica y una vez llegó un elemento llorando conmigo, diciéndome que estaba harto, señalando que no sabía si no les parecía su trabajo, por lo que lo envié al Departamento de Psicología, de donde posteriormente me indicaron que no era apto para continuar en su puesto.
S.- Antes se tenía la costumbre de que quien venía de fuera y estaba desempleado se metía de policía. ¿Ya no se da eso?
AH.- No, incluso mucha personas me han mandado gente para que los ocupe, como Pedro Ávila Nevárez, pero yo les digo que no, ya que aquí no se resuelven problemas laborales, pues para empezar si no se sabe manejar un arma le pueden hacer daño.
Nosotros tenemos esa mentalidad y los metimos en un nuevo esquema, pues anteriormente se tenía la figura del director, subdirector, jefe de servicios, el jefe de zona, el auxiliar y toda la tropa; pero ahora los dejamos sólo a los tres superiores y se tiene un mejor control del personal.
S.- ¿Cuánta capacitación recibe un policía?
AH.- Como mencionamos, tres semanas de cada mes están dentro de cursos por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Policía Federal Preventiva y la Academia, metiéndonos no sólo en el entorno laboral, sino también en el familiar.
Los estamos evaluando; acabamos de aplicarles un examen enviado por la Secretaría de Gobernación de 500 preguntas sobre la Constitución, Derecho Penal, derechos humanos, de tipo psicométrico y el 80 por ciento salió bien.
S.- ¿Siente usted que no se valora el trabajo de los policías?
AH.- Es mejor que los valoremos y que ellos mismos eleven su autoestima; desde la primera reunión que tuvimos les mencioné que de ellos dependía si seguían conformándose con el mote de mordelón, cuico o tamarindo. Todos ellos pueden llegar a jefes si lo deciden.
S.- ¿Qué le falta a Durango en seguridad?
AH.- Más equipo y más personal para tener la seguridad ideal, no debe confundirse la tranquilidad con la seguridad, pues la primera es de faltas administrativas y la siguiente es de la comisión de delitos.
S.- ¿Cuánto gana?
AH.- 30 mil pesos mensuales.
S.- Comparado con un policía, ¿es justo el salario?
AH.- Yo pienso que sí, dependiendo de la responsabilidad, porque el trabajo del policía es ?vete para allá?; el mío es la planeación, la dirección y en veces hasta la ejecución de los operativos. En mi caso, creo que sí los merezco, porque me encuentra en la oficina todos los días.
Independientemente del pago, yo creo que lo más importante es la vocación, pues si hablamos en términos de desarrollo profesional, de seguridad, de atención a la familia, de tranquilidad, para mí, es poco lo que me pagan, pues en esto estoy arriesgando mi vida.
S.- ¿Qué tan grande es el problema de las adicciones en los jóvenes?
AH.- La verdad, sí es muy fuerte; desgraciadamente lo vemos a diario en el mapa delictivo en donde hemos encontrado que la mayoría de los jóvenes que nos daban trabajo son estudiantes de secundaria. Hemos encontrado muchachitos y jovencitas de secundaria completamente tomados o hasta drogados, lo que me da tristeza.
Una vez remitimos cerca de 30 estudiantes, quienes en lugar de entristecerse festejaban que los habían traído a la Dirección, los que permanecieron sin problema alguno, pues para ellos era una aventura, hasta que fueron liberados por un funcionario del Poder Judicial.