Agencias
MADRID, ESPAÑA.- Como se preveía, el petróleo ha reaccionado con una fuerte escalada a los atentados del fin de semana en Arabia Saudíta después de que ayer no se negociara por la festividad en Londres y Nueva York. El West Texas de referencia en Estados Unidos ha llegado a pagarse a 42 dólares, su máximo histórico y el brent se ha encaramado al punto más alto de los últimos 14 años, en 38.6 dólares, con un avance de más del 5.5 por ciento. Las bolsas se han rendido a este oscuro panorama y han caído cerca de un 1.5 por ciento.
Tras el día de tregua de ayer, la jornada de hoy se presentaba como una prueba de fuego para conocer la capacidad de resistencia de la renta variable. Nada más empezar se observó que la defensa era escasa y que los inversores salían corriendo al ver como los futuros sobre el petróleo West Texas se encarecía de buenas a primeras. En apenas una hora, el Ibex 35 ya perdía más del uno por ciento, situación de la que no pudo salir durante el resto de la jornada. Se dejó un 1.4 por ciento y acabó por debajo de los siete mil 900 puntos.
“Los expertos no temen tanto el efecto de un petróleo a 40 dólares como la posibilidad de que nuevos ataques logren paralizar, aunque sea en parte, el suministro de crudo desde Oriente Medio a las economías occidentales”, asegura el responsable de renta variable de una firma española de bolsa. Ese miedo ha disparado las cotizaciones del petróleo en Londres y Nueva York. En el International Petroleum Exchange (IPE), el barril brent ha llegado a pagarse a 38.65 dólares, un nivel que no se alcanzaba desde que en 1990, en plena invasión de Kuwait por Irak, se superaron los 40 dólares. El West Texas estadounidense ha ido más lejos y ha llegado a los 42 dólares, el máximo en los 21 años de historia de la contratación del petróleo en el New York Mercantile Exchange (Nymex).
La inminente reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la que los expertos dan por hecho que se anunciará un aumento de las cuotas, no ha sido de mucho alivio. Y es que las posturas dentro del cartel no pueden ser más distantes “y hay cierta sensación de ruptura”, según señala un broker. Las noticias sobre una posible caída del 11% en la exportación de crudo iraquí han terminado de dañar la confianza de los inversores y han abierto de par en par las puertas a la especulación.
El responsable de renta variable de la firma de bolsa asegura que, pese a las pérdidas de ayer, “la presión del papel tampoco es que sea excesiva”. “En el fondo del mercado sigue habiendo buenas sensaciones, porque las economías siguen creciendo con una inflación aceptable y los resultados empresariales son buenos”, señala. Añade que, “simplemente, la tensión que genera el petróleo ha paralizado a todos los inversores, que no apuestan al alza ni a la baja, y de ahí la lateralidad del mercado en las últimas semanas”. El volumen ha alcanzado los un millón 908 mil euros y se ha recuperado así del mínimo anual de ayer, por debajo de los 800 millones de euros.
La explosión al alza del petróleo ha terminado por asustar hasta las compañías del sector. Repsol YPF ha caído un uno por ciento. Ni uno sólo de los valores del EuroStoxx 50 ha avanzado posiciones, y en el Ibex 35 sólo lo han hecho Acerinox y Enagás. Seis valores del selectivo español han caído más de un dos por ciento, con Zeltia a la cabeza.
Los datos macroeconómicos, a los que la bolsa no ha hecho ningún caso, sí han tenido cierta influencia sobre el euro. La moneda única comenzó el día con fuerza y alcanzó los 1.225 dólares, animada por el Producto Interior Bruto (PIB) europeo del primer trimestre, que creció un 1.3 por ciento interanual.
Por la tarde, en cuanto se ha conocido que el ISM de confianza de gestores de compra superó las previsiones en mayo, la moneda única ha cedido posiciones hasta 1.221 dólares, un 0.2 por ciento por encima de los niveles del viernes .
Los bonos han llegado a la hora del cierre casi sin cambios, ni en precio ni en rendimiento. Por último, el oro, que suele convertirse en refugio de los inversores en las caídas de la bolsa, ha retrocedido un 0.2 por ciento y ha caído por debajo de los 395 dólares por onza.