El primer ministro interino de Irak hizo un llamado a los líderes de los países islámicos y los árabes para cerrar filas, "hay fuerzas que están actuando en contra nuestra", dijo.
29 de julio 2004.
Madrid, (Notimex).- El primer ministro interino de Irak, Iyad Allawi, llamó hoy a las naciones islámicas a conformar una fuerza musulmana, propuesta por Arabia Saudita, para contribuir al restablecimiento de la seguridad en territorio iraquí.
Alawi se reunió este jueves en la ciudad saudita de Yidda con el secretario estadunidense de Estado, Colin Powell, quien también respaldó la iniciativa revelada la víspera por el canciller saudita Saud al Faisal.
"Esta es una guerra global. Hay fuerzas malignas que están actuando en contra nuestra", dijo Allawi en conferencia de prensa después de reunirse con Powell, en alusión a los numerosos grupos que se oponen al gobierno interino iraquí y a la coalición encabezada por Estados Unidos.
"Hago un llamado a los líderes de los países islámicos y los árabes para cerrar filas. Esperamos la contribución de los Estados árabes e islámicos, con la excepción de los vecinos (de Irak) para asegurar esta región. Asegurar Irak es asegurar la región", añadió.
El líder iraquí dijo que el terrorismo amenaza a países en todo Oriente Medio, incluyendo a Arabia Saudita, y añadió que la región debe "alzarse como un grupo contra esas bandas, esos terroristas y esos criminales".
Por su parte, Powell dijo que una fuerza musulmana podría funcionar como parte de la coalición o como una entidad parcialmente independiente.
Sin embargo, la iniciativa saudita prevé un contingente islámico que sustituya gradualmente a las fuerzas estadounidenses.
El funcionario estadunidense dijo a los reporteros que los sauditas han establecido ciertas condiciones relativas a "los arreglos sobre la cadena de mando", así como sobre la relación que tendría la nueva fuerza con las tropas que ya están en Irak.
"Hay muchas preguntas que tienen que ser respondidas, pero damos la bienvenida a la propuesta saudita", agregó.
La reunión se produjo un día después de que 117 personas murieran en diversos incidentes de violencia en Irak, en la jornada más sangrienta desde que la coalición entregara la soberanía al gobierno interino encabezado por Allawi.