Descarta el Jefe de Gobierno represalias contra Carlos Ahumada; insiste en la teoría del complot.
Agencias
MÉXICO, DF.- En su primera declaración tras la deportación de Carlos Ahumada, el jefe de Gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a mantener la estabilidad política del país.
“A todos conviene y es nuestra obligación como autoridades, mantener la tranquilidad de la vida pública y la estabilidad política del país”, dijo ayer al leer un comunicado de cinco puntos.
López Obrador, aclaró que el empresario Carlos Ahumada será tratado como cualquier otro ciudadano y no habrá ánimo de venganza, represalias ni mucho menos violación a sus derechos humanos.
Señaló que quedó claro que hubo un complot en contra de su administración y que quienes se confabularon no tenían ni tienen la menor intención de combatir la corrupción, sino de dañarlo políticamente.
López Obrador se presentó ayer por la mañana a su conferencia matutina con un pequeño texto de cinco puntos y rechazó opinar sobre el trato que ayer dieron las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) al procurador capitalino Bernardo Bátiz.
Se comprometió a que no habrá impunidad y todos los involucrados que cometieron delitos, tratase de quien se trate, serán castigados conforme a la Ley.
“En los hechos seguiremos demostrando que no somos iguales, que no establecemos relaciones de complicidad ni aceptamos componendas de ninguna índole”, resaltó.
Al inicio de su conferencia, aclaró que no odia a nadie y no tiene enemigos. “Ojalá que quienes tramaron este plan de ataque, sobre todo los funcionarios públicos del Gobierno Federal, entiendan de una vez que no se deben utilizar los órganos del Estado de manera facciosa”, enfatizó.
“Las diferencias políticas deben resolverse con diálogo, debate, confrontación de ideas y proyectos, no con estrategias de aniquilamiento como si se tratara de destruir al enemigo y no de vencer en buena lid al adversario”, puntualizó.
Al final de su texto, López Obrador aclara que todos los procesos judiciales relacionados con los videoescándalos seguirán en manos del procurador capitalino, Bernardo Bátiz, “un hombre recto y justo a quien le tengo toda mi confianza”.