EFE
LONDRES, INGLATERRA.- El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, ha pedido personalmente al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que libere a los cuatro británicos todavía retenidos en la base de Guantánamo (Cuba), informó ayer “The Guardian”.
El diario afirma que esa reclamación está contenida en unos documentos oficiales que han sido presentados ante el Tribunal Superior de Londres, en relación con una demanda planteada por los abogados de dos de esos detenidos.
En su demanda, los letrados reclamaban al Gobierno del Reino Unido que exija formalmente a EU el regreso de los detenidos para que no sean juzgados por un tribunal militar.
En los documentos presentados por el Ejecutivo británico, a los que ha tenido acceso “The Guardian”, se señala: “El Gobierno del Reino Unido sigue buscando el regreso de los cuatro prisioneros que siguen allí y para ello el Primer Ministro ha hecho una petición directa al presidente Bush”.
Un portavoz de Downing Street sólo comentó que “se trata de parte del proceso” y que Blair “habla a menudo” con Bush.
Nueve británicos permanecieron retenidos en la base de Guantánamo (Cuba) durante casi dos años acusados por EU de ser “combatientes ilegales”, aunque cinco de ellos fueron liberados en marzo y al llegar al Reino Unido, quedaron en libertad sin cargos.
De los cuatro que permanecen todavía en la base norteamericana, dos fueron incluidos en un primer momento en la lista de los que podrían ser sometidos a tribunales militares pero su nombre fue finalmente retirado ante las protestas del Gobierno del Reino Unido.
Este viernes, el fiscal general británico, Peter Goldsmith, afirmó que esos tribunales militares son inaceptables y que hay principios de derechos fundamentales que “no pueden comprometerse”.
“El Reino Unido no puede aceptar que los presos de la base de Guantánamo comparezcan ante tribunales militares de EU que carecen de garantías suficientes de un juicio justo”, afirmó lord Goldsmith.
El mismo día el conjunto de relatores sobre derechos humanos de las Naciones Unidas acordaron que cuatro de ellos viajen a Irak, Afganistán y la base naval estadounidense de Guantánamo para entrevistarse con los detenidos acusados de terrorismo.
Una treintena de expertos en derechos humanos, que concluyeron en Ginebra una reunión anual, declararon que esa visita es necesaria para comprobar que los estándares internacionales de derechos humanos son respetados en esos lugares, donde gran parte de los detenidos se encuentran incomunicados.
Theo Van Boven, relator sobre Tortura; Leandro Despouy, relator sobre Independencia de Jueces; Paul Hunt, experto en Derecho a la Salud y Leila Zerrougui, presidenta del grupo de trabajo sobre Detenciones Forzadas, fueron los designados para visitar las convulsionadas Irak y Afganistán, así como la base de Guantánamo en la isla de Cuba.
Cada cual deberá -según el encargo de sus colegas- evaluar la situación en los centros de detención según su mandato para luego preparar un informe conjunto que presentarán en la próxima sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en marzo de 2005.
En su pronunciamiento, los relatores y expertos enfatizaron su preocupación por “la grave incidencia de ciertas medidas tomadas en nombre de la lucha contra el terrorismo en el disfrute de los derechos y libertades fundamentales”.