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CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa pidió ayer a los hombres que encuentren la valentía para oponerse al terrorismo y a los organismos internacionales y nacionales que favorezcan un mundo más pacífico y que se logre una solución satisfactoria para los conflictos que ensangrentan Irak, Tierra Santa y África.
Juan Pablo II expresó también su solidaridad para los familiares de las numerosas víctimas de la violencia y abogó para que la “tentación de la venganza” dé paso a la “valentía del perdón”.
El anciano Pontífice hizo estas manifestaciones durante su esperado Mensaje Pascual, que pronunció en la plaza de San Pedro del Vaticano, ante varias decenas de miles de personas y que fue transmitido en directo por 84 canales de televisión de 53 países
La misa del Domingo de Resurrección se celebró en medio de fuertes, pero discretas, medidas de seguridad puestas en marcha por las autoridades italianas ante el temor a atentados terroristas.
Para entrar en la plaza, los fieles tuvieron que hacer largas colas y pasar por detectores de metales. Los bolsos, mochilas y otros objetos fueron controlados minuciosamente.
Numerosos policías controlaron los accesos al Vaticano, donde el ambiente, a pesar de estar blindado, era festivo y bullicioso.
“En este día de tu triunfo sobre la muerte, que la humanidad encuentre en ti, Señor, la valentía de oponerse de manera solidaria a tantos males que nos afligen. Que encuentre la fuerza para hacer frente al inhumano y por desgracia extendido fenómeno del terrorismo, que niega la vida y vuelve perturbada e insegura la existencia cotidiana de tanta gente trabajadora y pacífica”, dijo.
El Obispo de Roma, que presentaba buen aspecto tras una semana de largas ceremonias y hablaba con voz fuerte, hizo votos para que la sabiduría de Dios ilumine a los hombres “en el compromiso inevitable” contra la plaga del terrorismo.
Preocupado por las guerras y el continuo derramamiento de sangre en el mundo, Juan Pablo II suplicó a los organismos internacionales (en clara referencia a la ONU) y nacionales a “superar” las dificultades actuales y a que “favorezcan el progreso hacia un mundo más ordenado y pacífico”.
El Papa también pidió a las tres religiones monoteístas (cristianismo, judaísmo e Islam) que colaboren por la paz y, en varios momentos del mensaje, suplicó a los hombres que le escuchen.
En el Mensaje, un canto a la paz y de gozo por la Resurrección de Cristo, el papa Wojtyla también tuvo un recuerdo para los familiares de las víctimas de la violencia, para las que invocó el consuelo de Dios.
Reiteró que el hombre vive turbado ante las sombras que le amenazan y pidió a Dios que ayude a la humanidad a trabajar sin cesar para lograr un mundo más justo y solidario.
Juan Pablo II destacó que este año Oriente y Occidente celebran la Pascua en la misma fecha y abogó para que todos los cristianos puedan celebrarla “lo más pronto posible” el mismo día.
Debido a los diferentes calendarios utilizados por católicos (el gregoriano) y ortodoxos (el juliano), la Pascua, en general, no coincide. Los católicos la celebran diez días antes que los ortodoxos.
Algunos años, como éste, coinciden las fechas, lo que dio pie ayer al Papa para insistir en esa unificación, un paso más hacia la unidad de todos los cristianos.
Como ocurre desde 2000, cuando se recuperó una tradición perdida desde hacía 800 años, en el altar de la plaza fue colocado ayer el icono del Santísimo Salvador conocido como “Acheropita”, que significa no pintado por manos humanas.
Se trata de una de las imágenes más veneradas de la cristiandad y se conserva en la capilla del “Sancta Santorum”, un edificio anejo a la basílica de San Juan de Letrán, de Roma.
