EFE
SAN JOSÉ, COSTA RICA.- El primer ministro de Haití, Gerard Latortue, pidió ayer a la comunidad iberoamericana que cree una comisión especial que viaje a su país para ver de cerca la labor de la misión internacional y la reconstrucción futura de su país.
Latortue hizo esta petición en la sesión de clausura de la XIV Cumbre Iberoamericana de San José de Costa Rica, en la que también alabó las tareas de seguridad y humanitarias que llevan a cabo las fuerzas de varios países latinoamericanos y España.
Haití, el país más pobre de América, afronta graves dificultades desde que en febrero pasado una revuelta política causó la salida del poder del presidente Jean Bertrand Aristide.
Además, el país caribeño sufrió el paso de una tormenta tropical en septiembre que causó unos tres mil muertos y desaparecidos, así como 200 mil damnificados.
Ante la situación de caos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció una misión que en diciembre debe estar integrada por seis mil 700 militares y agentes de seguridad comandados por un general brasileño y en la que participan fuerzas de Argentina, Brasil, Chile, España, Paraguay y Perú, entre otros.
Fuentes diplomáticas dijeron ayer que Latortue enmarcó ante los jefes de Estado y de Gobierno la crisis de su país en las manifestaciones contra Aristide iniciadas en 2002 por distintos sectores debido en buena parte a la corrupción, destacó.
Además, dijo que la salida a la crisis política no fue un golpe de Estado sino una renuncia pactada con el Gobierno de Aristide, quien vive exiliado en Sudáfrica.
El primer ministro provisional afirmó que fue nombrado por el “consejo de notables” y se presentó como una persona “apartidaria”, con el compromiso de que ni él y ni su Gobierno se presentarán a las próximas elecciones, que señaló en 2006.
El problema fundamental de Haití, según Latortue, es que persiste la violencia de grupos armados y subrayó la necesidad de un diálogo entre fuerzas políticas, aunque admitió que los seguidores de Aristide no han aceptado sentarse en la mesa.
También pidió a la comunidad iberoamericana que le apoye en sus negociaciones internacionales para que los fondos ya acordados se desbloqueen y lleguen realmente a su país.
Fuentes diplomáticas señalaron que hay problemas con la ayuda prometida por la Comunidad de Donantes en julio pasado en Washington debido a la “lentitud” que al parecer se está produciendo en la recepción de proyectos. Al discurso de Latortue respondieron con su apoyo y solidaridad con la misión internacional países como España, Brasil, Uruguay o Argentina, entre otros, según fuentes cercanas a la reunión, que se celebró a puerta cerrada.
La petición haitiana sobre la misión internacional deberá verse en el futuro, quizá con la nueva Secretaría General creada en esta Cumbre de San José, que deberá comentar el informe, pero “habrá que esperar a que se haga efectiva”, añadieron las fuentes.
La Cumbre de San José aprobará un comunicado especial sobre Haití que considera “un deber ineludible” contribuir a la rehabilitación económica y social y la reconciliación política “de ese país hermano”, según el proyecto de Declaración.
Los gobernantes ponen énfasis en que la comunidad internacional amplíe su contribución a Haití para la promoción de su desarrollo económico y social mediante la formación de recursos humanos e infraestructura, condición esencial para una solución pacífica y duradera de la recurrente crisis haitiana.
Además, alientan a las fuerzas políticas y al pueblo haitiano a redoblar los esfuerzos para superar las tensiones y participar plenamente del diálogo que conduzca a la celebración de elecciones libres en 2005.
Los dirigentes iberoamericanos expresan su decisión de colaborar a corto y medio plazo en la superación de los problemas de seguridad y violencia que aún persiste en Haití y contribuir a la creación de las bases para su desarrollo y el establecimiento de un “diálogo político inclusivo” que permita su normalización institucional.
