EL PAÍS
CISJORDANIA.- Veinticuatro horas después de que Maruan Barguti anunciara su candidatura a las elecciones presidenciales palestinas, el líder de la Intifada dio ayer marcha atrás, se apartó de la carrera electoral y lanzó un llamamiento a favor del aspirante oficial, Mahmoud Abbas, que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional y especialmente de Estados Unidos e Israel. El gesto de Barguti supone un nuevo paso hacia la transición democrática.
Barguti anunció a última hora de la tarde de ayer su firme decisión de no ir a las elecciones presidenciales del nueve de enero en una carta que había entregado a Kadura Fares, máximo dirigente del partido gubernamental Fatah en Jerusalén, diputado en el Parlamento palestino y amigo personal del encarcelado.
El texto de renuncia del líder de la revuelta palestina fue leído en voz alta por el propio Kadura en una reunión de cuadros del partido celebrada en la sede oficial de Ramala. Barguti cumple cinco condenas a cadena perpetua en una cárcel de Israel y es un líder carismático de la Intifada contra la ocupación.
Su candidatura era un gran desafío al presidente de la OLP, Mahmoud Abbas, alias Abu Mazen, que se ha convertido en el sucesor oficial del liderazgo palestino tras la muerte del presidente, Yasser Arafat. “Dentro de mi lealtad al mártir Abu Amar (nombre familiar del difunto presidente Yasser Arafat) y con el objeto de no dividir el movimiento, exhorto a todos los afiliados de Fatah a apoyar la candidatura de Mahmoud Abbas”, aseguraba Barguti en uno de los párrafos mas significativos e importantes de la carta.
A cambio de esta declaración Barguti habría recibido dos importantes compromisos por parte de la nueva dirección palestina: el primero, la seguridad de que la cúpula dirigente luchará por su próxima liberación y el segundo, la seguridad de que el mes de agosto se celebrarán elecciones internas en el partido Fatah. Serán las primeras que se llevan a término en 16 años, lo que puede suponer un cambio importante en los órganos de dirección del partido.
La decisión de Barguti es sin embargo el resultado de las firmes presiones que ha recibido en las últimas horas de dirigentes políticos afines que, a pesar de su situación de aislamiento en una cárcel de Berseva, en el desierto del Neguev, han podido visitarle con el consentimiento de los israelíes para pedirle que desistiera de su candidatura.
Visitas en la cárcel
Además de Kadura Fares, el encarcelado ha recibido en las últimas horas la visita de otro diputado árabe israelí de la cámara de Jerusalén, Jamal Zahalka, del partido comunista Balad. Pero no eran los únicos. Otro grupo importante de personalidades palestinas y árabes israelíes esperaban su turno para ir si era necesario también a la cárcel para convencer al preso. Entre los movilizados estaba el diputado de la Knesset Ahmed Tibi y el presidente en funciones palestino, Fatwi Fatouh.
Abbas fue ratificado el jueves por el Consejo Revolucionario de Fatah como único candidato a la Presidencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Las nuevas generaciones, de las que Barguti es su principal paladín, exigen una mayor representatividad en el Gobierno en los cargos ejecutivos de Al Fatah.
El histórico movimiento palestino, fundado en la década de los sesenta y columna vertebral de la OLP, es controlado hasta el día de hoy por los líderes políticos que vivieron en el exilio.
