La resolución aprobada por la ONU tuvo 13 votos a favor y las abstenciones de China y Pakistán, ésta fue presentada por iniciativa de EU.
30 de julio 2004.
Naciones Unidas, (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy una resolución que insta al gobierno de Sudán a desarmar las milicias árabes Yanyauid, responsables de las atrocidades de Darfur, bajo la amenaza de imponer sanciones.
La resolución, aprobada con 13 votos a favor y las abstenciones de China y Pakistán, fue presentada por EU y co-patrocinada por el Reino Unido, España, Alemania, Francia, Chile y Rumanía.
El embajador adjunto de China, Zhang Yishan, explicó el motivo de su abstención diciendo que la amenaza de imponer sanciones "no ayudará, sino que complicará más la situación en Sudán".
Sudán negocia, bajo los auspicios de la Unión Africana, un acuerdo de paz para acabar con la guerra civil norte-sur que dura desde 1983.
Por su parte, el representante de Pakistán, Massod Khalid, indicó que la crisis de Darfur se tiene que plantear de una forma "realista" y reaccionar de una forma "calibrada".
"No creemos en amenazas de sanciones como se contempla en esta resolución, puesto que estamos a favor de una solución política al conflicto", resaltó.
Estados Unidos, a través de su embajador en la ONU, John Danforth, mostró su satisfacción por la aprobación del documento e insistió en que la última cosa que quería su país es establecer las bases para la imposición de sanciones.
"Sin embargo, el gobierno de Sudán con sus incumplimientos no nos ha dejado otra opción", puntualizó.
Reprochó que Jartum no haya hecho nada por desarmar las milicias Yanyauid, que siguen actuando contra la población civil, y recordó las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que alertan que entre 240 y 250 sudaneses mueren al día como consecuencia de la crisis en Darfur.
"Desde que el gobierno sudanés acordó el comunicado conjunto con la ONU el pasado 3 de julio han muerto 11.000 sudaneses más", precisó.
En la resolución, se insta al gobierno del Sudán a cumplir de inmediato todas las promesas formuladas en un "comunicado conjunto" alcanzado con la ONU el pasado 3 de julio, en particular la de proteger a la población civil de Darfur y permitir el acceso a la ayuda y personal humanitario.
Para ello, concede al secretario general, Kofi Annan, 30 días para que presente un informe sobre el cumplimiento de los compromisos del gobierno sudanés de desarmar las milicias Yanyauid y llevar ante la justicia a los responsables de violaciones a los derechos humanos.
Dependiendo de los avances que realice el gobierno de Jartum, el Consejo decidirá la posibilidad de adoptar "otras medidas previstas en el Artículo 41 de la Carta de la ONU", lo que significa una amenaza implícita de sanciones.
Este artículo contempla la interrupción parcial o total de relaciones económicas, diplomáticas y de comunicación aérea y terrestre a un Estado que no acate las decisiones del Consejo de Seguridad.
Por otro lado, la resolución impone de inmediato un embargo de armas y municiones a las entidades no gubernamentales y particulares que operan en todo Darfur, incluidas las milicias Yanyauid.
El embajador de Sudán ante la ONU, Elfaith Mohammed Ahmed Erwa, criticó la falta de "equilibrio" de la resolución y acusó a EEUU de haber gestado el documento por motivaciones políticas.
Una muestra de ello es que fue presentado al Consejo de Seguridad al mismo tiempo que el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, visitó Sudán, dijo.
"La crisis de Darfur es el caballo de troya de la agenda invisible de algunos países", precisó el diplomático.
Con esta resolución, la comunidad internacional demuestra "ignorancia" sobre la historia y la demografía de la región, agregó el embajador, quien señaló que el gobierno de Sudán está actuando de "buena fe" con la ONU y está haciendo lo posible para cumplir con sus compromisos.
