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MÉXICO, DF.- En el mundo, según cifras del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) 40 millones de niños menores de 15 años son víctimas de maltrato y abandono; 180 mil sufren “las peores formas” de trabajo infantil y dos millones son víctimas de explotación sexual.
Por ese motivo, la embajadora de la Buena Voluntad de UNICEF, Jessica Lange, hizo un llamado a los legisladores reunidos en la 110 asamblea de la Unión Interparlamentaria (UPI) para que “se pongan a la altura de sus responsabilidades” y protejan a la infancia porque la violencia, el maltrato y la explotación que padecen los niños en el mundo son muestra del fracaso en la materia.
Los niños en conflictos armados, la explotación sexual comercial y el trabajo infantil son los principales problemas que UNICEF expuso a los legisladores.
En el “Manual para parlamentarios sobre protección infantil” que UNICEF dio a conocer ayer en la UPI, se hace un llamado a los legisladores para que tengan un especial cuidado en los temas de protección a la infancia.
Ejemplificó que tomar medidas como retirar a los niños del trabajo infantil puede traer “consecuencias desafortunadas”, ya que al no incidir sobre las causas que producen este problema, “los niños seguirán sufriendo la misma presión para ganar dinero y ayudar a su familia”.
En ese material, UNICEF señaló a los legisladores que “es importante ver no sólo cuánto dinero se gasta y en qué, sino también qué se ha logrado con ese gasto”.
Explicó que sería ilógico destacar el monto de las inversiones en áreas como la educación sin tener en cuenta las tasas de matriculación y los logros educativos.
Abundó que en materia educativa también se deben considerar medidas de protección y seguridad en las escuelas e “incluir iniciativas para el tratamiento de la violencia en las escuelas como el caso de los abusos e intimidaciones”, así como el estigma que padecen los menores infectados con el virus que causa el Sida.
Yoriko Yasukawa, representante de UNICEF en México, dijo que las acciones del Gobierno Federal para combatir la explotación sexual comercial infantil son “merecedores de reconocimiento”, pero sus resultados todavía no son palpables a nivel nacional porque “los esfuerzos son incipientes y se requiere un mayor impacto a nivel local”
