Cuarenta estudiantes campesinos suman siete días de dormir en un campamento informal frente al Palacio de Gobierno
Cumplieron una semana de plantón en la Plaza IV Centenario e iniciaron marchas por las principales calles de la ciudad para exigir a la autoridad estatal un donativo alimenticio. Son los 40 estudiantes de la Casa del Estudiante Francisco Villa ?extensión del Movimiento Antorcha Campesina- que suman ya siete días de pernoctar en un campamento informal frente al Palacio de Gobierno.
Originalmente exigían un incremento al subsidio mensual de 14 mil 500 pesos; ahora, a una semana de protestas, han modificado sus pretensiones. Quieren simplemente un apoyo en especie -que se traduce en despensa alimenticia suficiente para la comida de los estudiantes-, computadoras para las tareas escolares, literas, colchones y muebles domésticos.
Actualmente cursan sus estudios de nivel medio superior en la Preparatoria Diurna de la Universidad Juárez, en el Colegio Bachilleres ?La Forestal? y el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario.
Adicionalmente, han incorporado una demanda más: el subsidio para la instalación de una tienda de abarrotes a través de los programas de proyectos productivos de la Secretaría de Desarrollo Social. Ellos lo ven como una entrada extra a sus requerimientos financieros.
?No se trata de dinero, se trata de que nos pongan atención y haya un apoyo para solventar las necesidades de alimentación?, reprochan los estudiantes antes de salir a un marcha por las principales calles de la ciudad.
Dicen que sólo han entablado una plática con Susana Pacheco, subsecretaria general de Gobierno, pero las respuestas esperadas no llegan. Son siete días de plantón y en plena Semana Santa difícilmente habrá una solución.
Los cuarenta estudiantes (38 indígenas del municipio del Mezquital, otro de Tlahualilo y uno más de Nuevo Ideal) se dedican solamente a su escuela y ?no hay inducción ideológica?, responde en lo particular Pedro Martínez Coronilla, director del albergue antorchista.
?Los muchachos no tienen otra obligación más que estudiar, portarse bien y traer buenas calificaciones?, enfatiza Martínez, quien observa la formación de los estudiantes para la marcha que sale a las 11 de la mañana de la Plaza IV Centenario.
Inician los gritos de protesta, van formados en tres columnas, llevan dos mantas que consignan sus exigencias. Recorren la calle 5 de Febrero, llegan a la Hidalgo, viran en 20 de Noviembre y en la Plaza de Armas improvisan un mitin.
Regresan al jacal instalado en la Plaza IV Centenario, unos se dedican a preparar la comida, otros hacen sus ?retas? para jugar voleibol y aprovechar la red que colocaron en el centro de la explanada de este zocalo capitalino.
Las demandas que presentaron desde el 30 de marzo siguen vigentes y los estudiantes antorchistas advierten que no retirarán el plantón.
REGLAMENTO
Cómo viven
En sus municipios de origen no hay la oportunidad de hacer la preparatoria; por ello, emigraron a la ciudad capital en busca de acceder al estudio.
La sede del Movimiento Antorchista, ubicada en Aquiles Serdán y Zaragoza, habilitó cuatro piezas del inmueble; dos cuartos son utilizados como dormitorios ?uno para mujeres y otro para hombres-, otro es sala de lecturas y tareas y el último se usa como cocina-comedor.
Al interior los estudiantes se organizan en cuatro comisiones: limpieza, académica y orden.
No se permite que fumen o ingieran bebidas embriagantes.
Cada semana se organizan para salir a los cruceros principales con la finalidad de recolectar cooperaciones económicas de los automovilistas y transeúntes. Lo captado se cuenta y se distribuye para las necesidades del albergue.
Todos los estudiantes deben estar antes de las seis de la tarde en la casa, salvo alguna situación justificada de estudio o labores académicas.
Cada mes la Comisión Académica realiza una visita a los centros educativos de los estudiantes, con la finalidad de verificar asistencias, calificaciones, conducta y otros reactivos relacionados con el rendimiento escolar.
FUENTE: Casa del Estudiante ?Francisco Villa?.
