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México, DF.- La clase priista tendría que reclamar a las administraciones de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo el haber llevado investigaciones inconsistentes, complacientes, así como la carencia de verticalidad, para resolver el homicidio de Luis Donaldo Colosio.
Sin embargo, también tendrían que exigir cuentas a su partido por la falta de consistencia para revisar esa etapa en la que el PRI gobernó al país, sentenció Samuel Palma César, quien fungió como jefe de asesores en los últimos ocho años de vida de Colosio Murrieta.
En entrevista en vísperas del décimo aniversario del homicidio de quien fuera el candidato del PRI a la Presidencia de la República en 1994, el también ex diputado federal y uno de los amigos del político sonorense, reconoció que hay además “un reclamo al Gobierno actual por la necesidad de encontrar la verdad”.
Palma César, quien encabezó la lista de los priistas que en su momento solicitaron la expulsión de Salinas de Gortari de las filas del PRI y que fue desechada por la Comisión de Honor y Justicia de ese partido, recordó que en ese entonces “se rompieron las reglas políticas”. “Se creó un entorno hostil hacia un candidato, no se respetaron las circunstancias que se habían construido para darle un entorno de desempeño a su campaña”, dijo.
Incluso se aventuró al decir que se combatió la campaña de Colosio mediante determinaciones muy claras como la de “jugar a habilitar a un posible sustituto como candidato, porque el ejercicio del presidencialismo todavía era brutal y decisivo”.
Argumentó que ello generó una circunstancia “totalmente alterada en el desempeño de la campaña, que provocó un esfuerzo brutal en Luis Donaldo para seguir adelante en medio de condiciones hostiles y adversas”.
En medio de los preparativos del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI para llevar a cabo el 23 de marzo una jornada nacional en memoria de Colosio, Palma César reprochó a su partido la falta de un ejercicio autocrítico.
“Es necesaria la revisión del pasado reciente, para la sociedad en general y estrictamente para el partido, porque tuvimos la responsabilidad de Gobierno, ejercimos plenas facultades políticas y como colectivo tenemos la necesidad de revisión y saber lo que pasó”, expresó al responder la pregunta sobre si es el momento de que el PRI revise la solicitud de expulsión de sus filas del ex presidente
Como cada año, en estas fechas revive el reclamo de priistas, amigos y familiares de Colosio. El pasado diez de febrero, día en que el político sonorense cumpliría 54 años de edad, el senador Luis Colosio Fernández sostuvo que su hijo fue “ultimado en un clima profundo de deterioro de sus relaciones con el entonces presidente Carlos Salinas”.