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CRAWFORD, EU.- Aliados de la Casa Blanca y republicanos que investigan los atentados del 11 de septiembre insistieron ayer en recibir el testimonio en público de la asesora de Seguridad Nacional presidencial Condoleezza Rice. Un miembro de la comisión dijo que su negativa a declarar era un “error político de primera magnitud”.
Rice dijo en una entrevista por televisión que quiere reunirse con familiares de las víctimas del 11 de septiembre porque sabe que están decepcionados debido a que no puede declarar en público.
“Nada sería mejor, desde mi punto de vista, que poder declarar”, dijo Rice por la cadena CBS. “Realmente quisiera hacerlo. Pero aquí está en juego un principio importante: es un principio de vieja data que los asesores de seguridad nacional no declaran ante el Congreso”.
El presidente George W. Bush, que pasaba un largo fin de semana en su rancho en Texas, no cedió y varios funcionarios dijeron que no cambiará de parecer acerca de permitir a Rice que declare. Pero Bush la envió a la televisión para que responda a los ataques a su Gobierno por su actuación frente a la amenaza del terrorismo.
El ex asesor de la Casa Blanca en contraterrorismo Richard Clarke, que criticó a Bush por no haber impedido los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono, dijo que recibirá con agrado el intento republicano de permitir la difusión la declaración jurada que formuló ante una comisión legislativa hace dos años.
Los legisladores desean demostrar las discrepancias entre la reciente comparecencia de Clarke ante el Congreso y sus críticas de Bush con los encendidos elogios que hizo del Mandatario cuando trabajaba para la Casa Blanca.
La Casa Blanca pidió a la comisión que vuelva a declarar en privado Rice para aclarar “varias interpretaciones erróneas” de su comparecencia anterior y su posición en torno a los ataques. El siete de febrero Rice se reunió durante cuatro horas con la comisión.
Sin embargo, la Casa Blanca se niega a que su asesora de Seguridad Nacional comparezca en público y ante las cámaras de televisión, debido al principio constitucional de la separación de poderes.
“Aceptaremos cualquier declaración” de Rice, que fue “muy, muy sincera en su primera reunión con nosotros”, dijo el ex gobernador de Nueva Jersey Thomas Kean, un republicano designado por Bush para encabezar la comisión.
“Pero como comisión creemos unánimemente que (Rice) debería declarar en público. Creemos que es importante que exponga su caso. Comprendemos que hay argumentos sobre la separación de poderes, pero creemos que en una tragedia de esta magnitud ese tipo de razonamientos legales quedan mayormente superados”, dijo Kean a la cadena de televisión Fox.
El miembro de la comisión John Lehman, ex secretario de la armada bajo el presidente Ronald Reagan, dijo que Rice “nada tiene qué ocultar y pese a ello esta actitud da la impresión entre los estadounidenses honestos y la gente de todo el mundo que la Casa Blanca oculta algo, que Condi Rice tiene algo qué ocultar”.
“Y si así es, puedo garantizar que no lo hemos descubierto. No hay prueba de ello. Por ello es tan absurda esta situación, es un error político de primera magnitud”, dijo Lehman a la cadena de televisión ABC.
Kean indicó que los miembros de la comisión “seguirán presionando” para que Rice declare en público. Preguntado por la emisión de una citación legislativa, Kean dijo que no está claro que dicha medida legal sea la mejor forma de obtener la información solicitada y si tendrá éxito dada la doctrina del privilegio del poder ejecutivo y la separación de poderes.
“Esta comisión tiene una duración limitada y no creemos que sea lo ideal enfrascarnos ahora en una batalla judicial en torno a la citación, como tampoco nos ayudará en nuestra conclusión para poder emitir un informe en julio, como es nuestro mandato”, dijo Kean.