EFE
DAVOS, SUIZA.- El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, abogó ayer por una “estrategia de moderación ilustrada” y de diálogo entre musulmanes y occidentales como medida para evitar los extremismos y preconizó una mejor distribución de los beneficios de la globalización para combatir la pobreza.
“Como cualquier otra religión, el Islam predica la paz, la moderación y la justicia”, dijo Musharraf en su intervención en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza).
Pero advirtió que la injusticia, desesperación, impotencia, resignación, desesperación y, sobre todo, la pobreza en los países árabes son “el caldo de cultivo ideal para el extremismo”.
Lamentó que la excesiva atención prestada, especialmente por los medios de comunicación occidentales, hacia los extremistas, a despecho de los moderados, ha generado “incomprensión”, de manera que los occidentales consideran que “el Islam es una religión de militancia, extremismo, terrorismo e intolerancia”.
Advirtió de que “en la Edad media las diferencia entre valores culturales ya nos llevaron a la guerra, a enfrentamientos y a cruzadas” y abogó por evitar un nuevo “choque de civilizaciones” mediante una visión más moderada, en la que domine la “tolerancia”.
Musharraf indicó que, para ello, es necesario que los países occidentales contribuyan a “resolver las disputas políticas pendientes” y a la “emancipación socio-económica del mundo musulmán”, especialmente para superar la “pobreza” y el “analfabetismo”.
En ese sentido, opinó que es necesario “corregir las asimetrías” existentes en materia económica entre occidente y los países árabes y contribuir a un mayor “equilibrio”.
“Los frutos de la globalización deben ser repartidos de manera más equitativa en beneficio de la población mas desfavorecida”, dijo Musharraf.
Señaló que, si bien el comunismo fracasó por falta de recursos, el capitalismo, pese a disponer de ellos, carece de la necesaria “equidad”.
Respecto al conflicto con la vecina India, el presidente de Pakistán consideró que hay un compromiso de “diálogo” y voluntad política mutua para tratar de resolver “todos los problemas, incluido el de Cachemira”, la región que ambos disputan desde hace décadas.
Según el dirigente pakistaní, el diálogo iniciado recientemente restablecido con el Gobierno de la India representa “el inicio para lograr el fin” de los problemas entre ambos países.
Asimismo, aseguró que Islamabad no recurrirá a una carrera armamentista en materia nuclear y expresó a cambio su deseo de que la India haga lo mismo para evitar una escalada.
“Pueden estar seguros de que Pakistán no proliferará” en materia de armas nucleares, dijo Musharraf a los asistentes en el encuentro anual que reúne a jefes de Estados y de Gobierno, dirigentes políticos y empresariales, y representantes del sector académico, religioso y de organizaciones no gubernamentales.