El Siglo-AEE
México, DF.- Por tercer año consecutivo se mantuvo sin cambios el número de emisoras que están listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) al sumar al cierre del año pasado 169 firmas; así mismo, son siete años de que no se lista una empresa en bolsa.
Desde 1994 el número de emisoras listadas en bolsa ha caído 31 por ciento según datos de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB) y a pesar de que en los últimos tres años se ha mantenido estable el número de firmas en bolsa, 2004 podría ser uno de los años más inciertos para el clima de negocios para la mayoría de los corporativos nacionales.
También, las personas físicas se mantuvieron en 2003 como los principales inversionistas del mercado accionario nacional al representar cerca del 80 por ciento de los cuentas de las casas de bolsa, mientras que el resto corresponde a personas morales, mismas que toman menos riesgos a la hora de invertir ya que buscan principalmente, fondos de inversión patrimoniales de mediano y largo plazo.
Los principales factores que han sido obstáculo para que más compañías se listen en bolsa son la gran cantidad de requisitos de carácter financieros y fiscales que se requieren, lo que genera mayor seguridad para los inversionistas, pero hace que dicho segmento del mercado sea más reducido y elitista; a lo que se suma el contexto económico adverso para hacer negocios en los últimos tres años.
Por lo anterior un gran número de empresas privadas así como entidades del sector público, han optado por el financiamiento bursátil de deuda corporativa en la BMV, mismo que creció más de 35 por ciento de enero a septiembre del año pasado, su mayor repunte desde 2000.
Dicho financiamiento permite a los emisores reducir sus costos y gastos de capital, hacer más trasparente la asignación de los recursos y amortizar dicha deuda en un mediano y largo plazo.
Por lo anterior, se estima que para el presente año este tipo de financiamiento se consolide y se incremente cerca de 45 por ciento según expectativas de casas de bolsa y se combierta como la principal fuente de recursos para la mayoría de los corporativos nacionales.
No obstante, los inversionistas y administradores de fondos podrían registrar importantes ganancia al mantenerse dentro del mercado accionario nacional, esto al menos en la primera mitad de 2004, ya que se estima que el Índice de Precio y Cotizaciones (IPC) alcance el techo de nueve 120 puntos, lo que se traduciría en un potencial de alza de cuatro por ciento para los primeros meses de este año, lo que representa una tasa anual de ocho por ciento.
Dicha tendencia de alza se podría consolidar una vez que se den a conocer los resultados financieros de las emisoras nacionales al cuarto trimestre de 2003, ya que se estima un alza en su utilidad neta de 40 por ciento en promedio; así mismo, la expectativa de recuperación económica del sector manufacturero de Estados Unidos y las bajas tasas de interés del mercado de dinero en dicho país y México, se sumaran para impulsar al mercado accionario nacional.
En contraste, la emisión de papel de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores ha crecido en el último par de años por las menores tasas de interés, incluso el mayor volumen operado en el Mercado Mexicano de Derivados (Mexder) también tiene origen en la mayor colocación de crédito bancario.