Una mujer brasileña pilotó por primera vez un avión de guerra
Brasilia, (EFE).- La ex estudiante de administración Fernanda Gortz, de 20 años, se convirtió en la primera mujer brasileña en pilotar sin instructor un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), informaron fuentes parlamentarias.
El hecho histórico protagonizado por la cadete fue destacado en una carta divulgada por la presidenta de la Comisión Especial de la Mujer en la Cámara de Diputados de Brasil, diputada Jandira Feghali.
"La lucha de las mujeres brasileñas por la igualdad vivió un nuevo momento histórico. Su dedicación y disposición a ingresar a un universo hasta entonces predominantemente masculino dejará en la historia un ejemplo a ser seguido", según la misiva de la parlamentaria comunista.
Gortz, una de las 16 mujeres admitidas en febrero del año pasado en el curso para piloto militar de la tradicional academia de Pirassununga, que era exclusivo para hombres, fue aprobada en su primer vuelo sola.
La cadete realizó un vuelo de 45 minutos en un avión Universal T25 y, tras realizar todas las maniobras solicitadas y aterrizar sin contratiempos, recibió las felicitaciones de sus superiores.
Gortz fue recibida en tierra con una marcha triunfal de la banda marcial de la Aeronáutica y aplausos de varios invitados especiales, así como por dos vuelos rasantes de aviones de una escuadrilla especial de maniobras.
Tras la ceremonia oficial, la cadete, hija de un ex piloto militar, atravesó un corredor formado por sus compañeras, que la recibieron con algunas palmadas, y tuvo que saltar con ropa dentro de una fuente de agua.
"Si es así que lo hacen con los hombres ¿por qué no lo harían conmigo?", dijo la piloto al justificar la ceremonia de bautizo.
Las mujeres obtuvieron en agosto de 2002 el derecho a ser pilotos de aviones militares de la Fuerza Aérea Brasileña y a ascender a la máxima jerarquía en el escalafón de la Aeronáutica.
Data de esa época el decreto del Comando de la Aeronáutica que reservó a las mujeres algunos cupos en los cursos de formación de oficiales aviadores en la Academia de la Fuerza Aérea.
La realización del curso permite a las mujeres, que hasta entonces se dedicaban a tareas administrativas en la Aeronáutica, pilotar aviones de combate y iniciar una carrera que puede terminar con el ascenso a teniente brigadier, condición necesaria para ser comandante general de la Fuerza Aérea.
"Espero que, más que simbólico, su vuelo inspire a otras mujeres a perseguir, con determinación, sus objetivos, incluso aunque ello implique el difícil camino de superar barreras", dijo la diputada Jandira Feghali en su carta a la piloto.
