Desperdicio| Mucho del alilmento adquirido termina en la basura
EL SIGLO DE TORREÓN
Hay que destinar el 60 por ciento de los ingresos para gastos indispensables
TORREÓN, COAH.- La mayoría de las amas de casa realizan compras en forma intuitiva, no elaboran la lista de los artículos necesarios y gastan en cosas que no son útiles en ese momento en el hogar, de precio alto o en ofertas engañosas. El gasto sufre muchas veces recortes, entre ellos los abonos para artículos adquiridos a crédito.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se encuentra en la tarea de informar sobre la importancia de comprar con inteligencia. Es imprescindible para el mejor aprovechamiento del gasto familiar que se conozcan las propiedades nutritivas de cada alimento: Cómo comprarlos, cómo prepararlos, cuáles son las frutas y verduras de temporada que son más baratas y de mejor calidad para poder elaborar platillos de alto valor nutricional y bajo costo.
En la planeación del gasto familiar es conveniente la participación de toda la familia, esto permitirá que cada miembro adquiera un conocimiento real de los ingresos y tome conciencia de la importancia de hacer un gasto más racional de los mismos.
Una mala decisión de compra es causada cuando el consumidor desconoce las características de calidad que debe cumplir un producto. La apertura comercial ha traído como consecuencia que las particularidades de algunos productos sean poco conocidas por ser de reciente aparición en el mercado nacional. La proliferación de marcas y presentaciones, así como la introducción de alimentos que no se producen en el país, dificulta la elección del consumidor.
La necesidad de que el consumidor tenga acceso a la información para seleccionar los productos es más que inminente. En el movimiento organizado de consumidores se da poca atención a las especificaciones que deben cumplir los productos. Los consumidores deben saber que todos los productos que se comercializan en México están sujetos a una normatividad de la cual la Profeco en colaboración con otras instancias, es responsable.
Beneficio de la planeación
Pensar en la alimentación es una práctica que por ser algo sistemática, continua e ineludible, pocos consumidores lo hacen. Se come para satisfacer el apetito cuando se tiene hambre, a la hora que sea y en el lugar que sea. Al preparar platillos se piensa más en gustos que en el aporte de nutrimentos al organismo. Al hacer las compras se adquiere lo que está a la mano, en el establecimiento más cercano o lo que se supone es más “barato”. No existe el hábito de pensar con anticipación qué alimentos se deben consumir para mantener un buen estado de salud.
La planeación es un sistema organizado de actividades que se debe pensar anticipadamente al desarrollo de cualquier situación de la vida o el trabajo para la obtención de mejores resultados. En el trabajo con las organizaciones de consumidores, la Profeco ha detectado que la mayor parte del ingreso familiar se destina a la compra de alimentos. Las amas de casa desconocen la cantidad que gastan en ellos. Al hacer sus compras poco les interesa si cubren las necesidades nutricionales de su familia o si el producto que adquieren realmente es necesario.
Para planear el gasto familiar se debe conocer antes que nada el ingreso total. Con base en ello, se estima una cantidad apropiada al ingreso, para cubrir cada necesidad de la familia desde gastos necesarios e indispensables (alimentación, educación, transporte, vestido y vivienda) hasta los secundarios (cine, paseos). Cada familia, de acuerdo a su condición económica, debe determinar cuáles son las necesidades con mayor presupuesto.
Algunos especialistas dedicados a la distribución del ingreso, recomiendan que como mínimo se destine el 60 por ciento para gastos indispensables (de cada 100 pesos se reservan 60); no obstante, puede darse el caso de que se destine hasta el 100 por ciento, situación que no permite destinar dinero a otros rubros como la educación, el transporte y mucho menos de recreación.
Evitar el desperdicio
El camino que ha tomado la alimentación en México no es el mejor. El proceso de cambio ha atrapado los patrones de consumo de algunos sectores de la población mexicana y los ha conducido a una modernización dietética que por un lado, ha traído algunas ventajas permitiendo a ciertos sectores la disponibilidad y el acceso a otros alimentos que han dado mayor variedad a la dieta familiar.
Sin embargo, no todo lo que se compra se consume. En la experiencia del trabajo con las organiza-ciones de consumidores, la Profeco ha detectado que el 30 por ciento de lo que se compra, termina en la basura. Gran parte de la población desperdicia las tortillas, el pan, sobrantes de guisado, frijoles, aguas preparadas, sopa, por nombrar algunos alimentos. Lo mismo sucede con el consumo irracional de servilletas, papel de baño, detergente, pasta de dientes y demás artículos para el aseo diario.
Con la revisión de la despensa se determina qué productos son los que se deben comprar para cubrir las necesidades de la familia. Los productos que integran la despensa familiar varían de un consumidor a otro y se determinan de acuerdo a las necesidades, gustos, número de integrantes, preferencias alimenticias e ingresos.
Qué y cómo se consume
Como primera opción de preferencia, la mayoría de los mexicanos de todos los estratos sociales compra en las tiendas de autoservicio y en segundo lugar en las tiendas de abarrotes donde por lo general se adquieren refrescos –no en vano México tiene el primer lugar de su consumo-.
Un cuestionamiento que es importante el preguntarse: ¿Se compra estrictamente lo que se necesita o se deja llevar por la marea de mercancías que se le atraviesan en el camino cuando va al súper porque resulta muy atractivo a la vista?
En las tiendas de autoservicio las mayores ventas están representadas por los alimentos (lácteos, comida preparada, congelados, perecederos, enlatados, en bolsa, en caja, por nombrar algunos productos). Aunque los porcentajes varían de cadena en cadena, en general los productos alimenticios superan el 60 por ciento de ventas contra el 30 ó 30 por ciento de los productos restantes como son los abarrotes no comestibles (productos de limpieza, papel, velas, pañales...), artículos para la higiene personal y los catalogados como mercancías generales que entre otros, incluyen ropa, calzado, aparatos electrodomésticos, vinos, licores, perfumería, artículos deportivos, útiles escolares, libros, revistas, películas, discos compactos, cuadros, herramientas y el resto de la enorme gama de productos que hoy en día se ponen a disposición en las tiendas de autoservicio.
Uno de los grandes atractivos de los supermercados es la posibilidad de encontrar prácticamente todo lo necesario para alimentarse, vestirse, entretenerse, embellecerse, decorar la casa, arreglar el auto y más.
Los aspectos que el consumidor considera fundamentales al decidir en qué establecimiento comprar serían los siguientes: higiene de la comida y el lugar, encontrar carne de calidad, precios bajos, frutas y verduras frescas y vigilancia.
El caso de los detergentes
Algunos detergentes lavatrastes analizados se comercializan como multiusos –dado que también pueden usarse para el lavado de ropa o pisos- en tanto que otros de denominan expresamente lavaplatos o lavatrastes. En cuanto a presentaciones, se encuentran en polvo, líquido, en pasta o gel.
La acción limpiadora de estos productos se debe principalmente a que contienen uno o más ingredientes activos (tensoactivos), los cuales determinan la efectividad del lavado, ya que actúan contra las grasas y dispersan la suciedad.
Algunos productos en pasta, polvo y gel, así como los llamados multiusos, complementan su acción con otras sustancias como fosfatos, carbonatos, sulfatos y en algunos casos jugo de limón. Los carbonatos y sulfatos contribuyen principalmente a remover la suciedad y los fosfatos actúan sobre la dureza del agua para facilitar la limpieza.
Dado que estos productos entran en contacto con la piel, algunos fabricantes agregan compuestos para reducir sus efectos irritantes. También existen marcas que adicionan agentes antibacterianos (como el triclosán), que refuerzan la acción antibacterial intrínseca de un detergente.
Cuánto cuesta lavar 100 platos
Existen muchas marcas de detergentes en el mercado, pero el Laboratorio de la Profeco reporta que Salvo Gel en su etiqueta sí cumple con la información necesaria para el consumidor. Su contenido de fosfatos es del 0.7 por ciento y el costo de lavar 100 platos es de un peso con cuarenta centavos.
En el caso de los detergentes en polvo multiusos, por ejemplo Rindes en su etiquetado no incluye instrucciones de uso y 100 ml del producto lavan 157 platos. El costo de lavar 100 platos es de 80 centavos. En una muestra de ocho 100 ml del producto Roma, se constató que contiene 3.8 por ciento menos del contenido neto declarado. Se alcanza a lavar 186 platos.
De los detergentes lavatrastes en polvo, se descubrió que el Salvo con jugo de limón, aparte de que sí cumple con la información al consumidor, con 100 ml del producto se logra lavar 92 platos. En el caso de Axión también con jugo de limón, se lavan 135 platos con 110 ml del producto, lo que significa que con un peso se lavan 100 platos.
SUGERENCIAS
La Profeco emite las siguientes sugerencias que ayudarán a ajustarse al presupuesto familiar a la hora de realizar las compras.
· Efectuar las compras en forma periódica.
· Al ir de compras debe realizarse una lista.
· Disponer de tiempo necesario para evitar adquirir lo innecesario.
· Comparar precios y calidad de bienes y servicios.
· No dejarse influenciar por la publicidad.
· Evitar marcas, envases y presentaciones atractivas.
· Asegurarse de que los productos que se ofrecen realmente sean oportunidades a bajo precio
· Es mejor elegir los productos naturales a los envasados y enlatados.
FUENTE: Profeco