El programa inicia su temporada número 35 llevando su mensaje a millones de niños.
AP
NUEVA YORK, EU.- Al comenzar su temporada número 35, el programa televisivo Plaza Sésamo mantiene su atractivo para millones de niños en edad preescolar, a quienes proporciona un espacio naturalmente incorporado a su experiencia lúdica.
Ha sido así para generaciones de niños, como recordará cualquiera de los aproximadamente 74 millones de “graduados” de la serie con el programa Sesame Street Presents: The Street We Live On” (Plaza Sésamo presenta: La Calle en que Vivimos), una retrospectiva de la cadena PBS de televisión pública.
Incluso quien no haya visto Plaza Sésamo desde la época en que se estrenó el diez de noviembre de 1969 quedará impactado por la aparente intemporalidad del programa: siguen los muñecos Muppets, la comunidad de seres diversos, las letras y números que "patrocinan” cada hora.
Incluso algunos elementos de la escenografía son los mismos, principalmente la fachada del edificio de apartamentos de ladrillos color café situado en Plaza Sésamo 123 (tal como está en la Sala G de los Estudios Kaufman Astoria en Queens). Con sus casi 35 años de antigüedad, debería llenar los requisitos para ser considerado sitio histórico.
Evidentemente Plaza Sésamo fue diseñado para todas las épocas por los "planificadores urbanos” del Children’s Television Workshop (ahora renombrado Sesame Workshop). Pero la época misma en la que surgió la serie sigue formando parte de su cultura.
Un rastro revelador permanece en su tema musical: "Un día soleado, todo está A-OK (muy bien)”. Popularizado por los pioneros del programa espacial estadounidense, el término A-OK está tan asociado a la década de 1960 como los anteojos con cristales grandes y los pantalones vaqueros estampados.
También parece persistir el idealismo característico de esos años. Cuatro meses antes del estreno de Plaza Sésamo, ese espíritu de que toda meta era alcanzable había ayudado a poner el primer hombre en la Luna. De la misma forma alimentó los sueños de mejorar las cosas para los niños del país.
"Plaza Sésamo surgió de los programas de la Gran Sociedad”, dice el productor ejecutivo Lewis Bernstein, refiriéndose a las iniciativas sociales del gobierno de Lyndon Johnson.
"Fue un período en el que la política, las necesidades educativas y el ambiente social convergieron para decir: ‘Si usted ejerce influencia positiva sobre los niños a una edad temprana, puede proporcionarles las habilidades que necesitan para transitar por la escuela y por la vida”‘, agregó.
Y, con el avance del movimiento por los derechos civiles, la igualdad racial se incorporó al mensaje del programa.
"Cuando llegué (a Plaza Sésamo) por primera vez (en 1972) había muchos ex hippies trabajando aquí con un espíritu de ‘Cambiemos al mundo’. Tal vez algunos de nosotros nos hemos cortado el cabello”, dice Bernstein con una sonrisa, “pero la pasión no ha cambiado”.
Desde el principio, el apasionamiento al estilo de Plaza Sésamo abrió el camino para muchas innovaciones de programas infantiles: los elencos multirraciales, los escenarios de zonas urbanas deterioradas, el ritmo ágil y la estructura minimalista de cada episodio.
Plaza Sésamo congregaba a adultos de carne y hueso que ofrecían consejos y apoyo a los Muppets infantiloides. Invitó a celebridades para atraer también a los padres, que, después de ver el programa con sus hijos, "refuerzan y amplían en forma natural el aprendizaje del niño”, dice Bernstein.
El lugar ameno y soleado donde todo estaba A-OK, Plaza Sésamo mezclaba la autenticidad con los deseos de mejorar las cosas: "En su mayor parte, en la vida real no existe un lugar como Plaza Sésamo”, reconoce Bernstein. "Pero si no presentamos un modelo, nunca existirá”.
Actualmente, después de cuatro mil 57 episodios, más de ocho millones de televidentes lo encienden al menos una vez por semana. El programa permanece entre los diez más vistos en días laborales entre los niños de dos a cinco años, con un incremento del nueve por ciento en su audiencia preescolar en el 2002-2003 en comparación con la temporada anterior.
"Las necesidades de los niños en edad preescolar no han cambiado”, dice Bernstein. “¡Pero el mundo ha cambiado tanto! Así que hemos tratado de actualizarlo con lo que ocurre y de mantenernos un paso adelante con las lecciones que ofrecemos a los niños”.
Por consiguiente, la serie permanece estable al tiempo que se adapta constantemente.
Hace dos años los personajes María y Luis, desde hace tiempo propietarios de un taller de reparaciones, cambiaron de rubro y abrieron una sucursal de una cadena de tiendas con artículos para envíos postales, algo más actual.
Un cambio más sustancial es El Mundo de Elmo, la popular sección que desde 1998 saca a los jóvenes televidentes fuera de Plaza Sésamo para encaminarlos a un reino virtual donde, conectado a su computadora personal, Elmo los conduce en exploraciones cibernéticas.
Sin embargo, mientras más cambian las cosas, y a veces más peligrosamente, Plaza Sésamo sigue siendo un refugio seguro.
Por eso los agentes del Servicio Secreto se veían terriblemente fuera de lugar en el Estudio G la mañana del 19 de septiembre del 2002 cuando la primera dama Laura Bush llegó para leerles un libro de cuentos a Elmo y Abelardo.
Pero todo salió A-OK. Luego, cuando la señora Bush se retiró del estudio fuertemente escoltada, otros agentes, a quienes se les encargó quedarse atrás, hicieron lo que le encantaría hacer a cualquier televidente de Plaza Sésamo: Posaron con Elmo para tomarse fotos de recuerdo. De repente, los inexpresivos agentes sonreían como niños.
En México llaga a los 30
Mientras en Estados Unidos se cumplen 35 años del programa infantil Plaza Sésamo, en México después de su llegada hace 30 años, ya se preparan para reunir niños actores de todo el continente, por lo que se convertirá en Plaza Sésamo Panamericano.
-¿Quién no conoce a la Rana René, a Elmo, Beto y Enrique, Archibaldo o Lucas, el monstruo Comegalletas, o al simpático Conde Contar?, pues desde hace 35 años estos personajes llegaron al gusto infantil en Estados Unidos; cinco años después, México se convirtió en el primer país con el que Children’s Television Workshop (organización educativa fundada en 1968 para apoyar a la niñez), hizo una coproducción y adaptación de Sesame street, la cual se diseña, escribe, dirige y actúa en tierra azteca.
-Después de tres décadas, no sólo se realizará en julio la novena temporada de Plaza Sésamo en México, sino que contará con la participación de niños de Chile, Colombia y un latino de Estados Unidos y, por supuesto, mexicanos, por lo que se convertirá en Plaza Sésamo Panamericano. "Aunque aún no terminan las reuniones entre Sesame Workshop y Televisa para acabar de definir el contenido educativo de la temporada que realizaremos para este año, el objetivo conjunto es realizar un Plaza Sésamo más panamericano", señaló Rosy Ocampo, productora y directora de Televisa Niños.
-La ejecutiva reiteró que su mayor preocupación cada que inicia una temporada es conseguir patrocinadores, debido a que nadie apuesta por programas de corte preescolar, pero no pierde las esperanzas de que este año logre hacer que más empresas se unan a la causa de sacar adelante este proyecto.
-La nueva temporada de Plaza Sésamo iniciará grabaciones en julio. Para esta ocasión será Eugenio Bartilotti quien se pondrá la botarga emplumada, para manipular y hablar como Abelardo; Odín Dupeyron dará vida a Pancho, el muppet azul malhumorado al que le gustan las cebollas; y Rocío Lara hará lo mismo con Lola, todos ellos personajes mexicanos de Plaza Sésamo.
-La adaptación mexicana de este programa, que este año espera no sólo atraer a más niños sino también a inversionistas, es vista por más de 148 millones de niños de 148 países, incluyendo 17 países de América Latina, entre ellos Argentina, Perú y Panamá, además de Estados Unidos a través de Univisión y Discovery Kids Chanel.
FUENTE: SUN-AEE