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México, DF.- Con tan sólo un recorte de periódico entre las manos viajó hace 14 años desde su natal Mazatlán, Sinaloa, con sus sueños de convertirse en actor, pero Plutarco Haza, sin considerarse galán ni obsesionarse con su físico, “mientras no te estorbe”, suele elevar su ego cuando su bella esposa Ludwika Paleta le dice al oído: “Tú eres el más guapo de todos”.
Expresivo, antes de salir a escena en La Prueba, de David Auburn, obra que celebró sus 200 representaciones en el teatro Diego Rivera, al lado de su esposa Ludwika, de Patricio Castillo, Ana Layevska, Ana Karina Guevara y su cuñada Dominika Paleta, Plutarco comparte sus vivencias.
¿Cómo te atrapa la actuación si en tu familia nadie tuvo la vocación?
“De mi familia nadie se dedicó a lo mismo: tengo dos hermanas y dos medios hermanos pequeños por parte de mi padre. Mi tía tatarabuela fue la famosa soprano Angela Peralta, quizá por ahí me vienen algunos genes. Quise ser actor y llegué a México con un recorte y una dirección que me llevaron al Núcleo de Estudios Teatrales, fundado por grandes maestros como Julio Castillo, Héctor Mendoza, Luis de Tavira, José Caballero y Ludwik Margules. Ellos me enseñaron a ver la actuación de otra manera, y sin ser predestinado ni mucho menos, comencé con el pie derecho esta carrera”.
De tus etapas como actor, ¿en qué momento te encuentras?
“Ya experimenté y aprendí para tomar la iniciativa de mis propios proyectos. Ya en la producción he intervenido en la obra True West; quiero empezar a consolidar mi carrera y dejar de hacer cosas que ya no quiero hacer. Quiero seguir haciendo telenovelas. Si no haces telenovelas en este país, no existes.
No he perdido mi esencia como actor en proyectos interesantes.
Llevo ocho telenovelas en siete años. He dirigido un año en los programas dramatizados Lo que Callamos las Mujeres y Vivir Así, cumpliendo tres años como director en TV Azteca. Ahora tengo un hijo y debo pensar más en mi economía. Ya viví trabajando con malos sueldos”.
Parafraseando la puesta en escena, ¿ya pasaste la prueba?
“La he pasado y no de panzazo. He tenido algunos golpes y lesiones, pero estoy muy contento por estos años”.
El no andar metido en escándalos, sin dar chismes, ¿te ha perjudicado en tu carrera?
“Al inicio me preocupaba mucho por dar la nota, pensaba que si no era así, no existías. No es así, el medio se vuelve voraz hacia tu privacidad. No aparezco en portadas de chismes y mi carrera va mejor que nunca. Son tipos de carreras distintas. Hay quien lo necesita a fuerza. Otros vamos más despacito pero consolidando tu propio prestigio. Mi paso es firme, no tan rápido y volátil.
“Tengo gente que admiro: a Jack Nicholson, Al Pacino, Robert De Niro. Ellos no necesitaron de esa clase de escándalos. No necesitas ir a comer gusanos en un programa de televisión. La prensa y los medios gustan de la relación que tengo con Ludwika”.
¿Y cómo trabajas con ella, cómo te acoplas?
“Llevo casado con Ludwika siete años. Es una delicia trabajar con ella. Siempre la he tenido a mi lado, me pone los pies en la tierra, me impulsa, es brava y cada uno somos así a nuestra manera, yo soy más diplomático y ella más ruda”.
¿Vives entonces la comezón del séptimo año?
“Eso dicen (risas)... Tengo siete años sin comezón por ahora... La vida es por ciclos. Valoramos nuestra relación y planteando la renovación de confianza, de apoyo”.
¿Y otro hijo ya lo planearon?
“Nos encantaría. En este momento no. En cuanto ella termine Mujer de Madera, lo planearemos”.
¿Cómo evalúas La Prueba teatral?
“Cumpliremos un año con la obra, al parejo de que con True West llevo más un año. Ha sido agotador, pero maravilloso el encuentro con mi mujer en su calidad de actriz, es mucho mejor de lo que yo esperaba. Sabía que era buena actriz, pero no tanto. Ha sido un placer, igual que alternar con Patricio Castillo y Ana Karina Guevara, ha sido un gran proyecto que llega a su fin”.
¿Qué te dice Mirada de Mujer?
“Se les fue de las manos esta segunda parte, estuvo mal escrita, faltó un buen guión. Fueron varios factores que ocasionaron se fuera diluyendo. Ya no se conocía la esencia de los personajes. Pero teníamos que hacerla y sacarla adelante.
Viendo el panorama que dejamos, con las telenovelas que están al aire, tanto de Televisa como de TV Azteca, nos van a extrañar. La primera es un parteaguas. Cambió la televisión”.
¿Extrañaste a Epigmenio Ibarra, el productor?
“Extraño a aquel Epigmenio, aquella época, aquel Plutarco y Angélica Aragón. Al final de esta segunda parte, con Argos o sin Argos, hubiera sido lo mismo. No fue problema de la productora, fue del momento en que todo se fue complicando. En algún momento nos vamos a reencontrar. En el divorcio entre TV Azteca y Argos todos perdimos. Ambas empresas se extrañan. Lo hicimos lo mejor que pudimos”.
“Mi personaje de Andrés llegó a improvisar a manera de mensaje subliminal: Estoy harto de hacer cosas que no quiero hacer, harto de que Dios o quien sea me mueva como un títere...”.
En contra de darle demasiada importancia al físico, al grado de no estorbarle, Plutarco Haza inició en Televisa con novelas como Si Dios me Quita la Vida y Bendita Mentira, viviendo una etapa para Canal Once en Bizbirije, y ligando en TV Azteca papeles estelares en La Casa del Naranjo, Romántica Obsesión, Todo por Amor, Cara o Cruz -para Argos en Estados Unidos-, Querer es Amor con Alevosía, El País de las Mujeres y Mirada de Mujer, el Regreso, abriéndose una nueva etapa de su vida, la de su número cabalístico, por los próximos siete años.
“Aprueba” a Ludwika para protagónico
Ludwika Paleta tiene todas las cualidades para haber sido la protagonista de la telenovela Mujer de Madera, afirmó Plutarco Haza, esposo de la actriz.
“Nunca entendí por qué en lugar de llamar a una nueva actriz no subieron su personaje a protagónico. Ludwika tiene belleza, talento y todo para esa oportunidad”, enfatizó.
El actor, quien fue entrevistado la noche del viernes en las 200 representaciones de la obra La Prueba, aclaró que su esposa no está enojada porque no le dieron el rol estelar en el melodrama.
“Ludwika es muy profesional. Nunca le ofrecieron el protagónico, nada más un personaje redondo y bien cuadrado que a ella le interesó”, expresó.
Sin embargo, dijo, que el papel de Paleta si tendrá mayor fuerza en la trama que produce Emilio Larrosa.
Respecto a la puesta en escena, Haza indicó que estará en cartelera hasta agosto, pero si el público la sigue apoyando continuarán las funciones.
“En el teatro nada es seguro, vamos a estar este mes, julio y agosto, pero si la gente sigue viniendo seguiremos”.
A lo largo de casi un año han tenido altas y bajas en cuanto a público se refiere, pero no hay queja porque finalmente continúan en cartelera.
“Además yo nunca había cumplido 200 representaciones en una obra y por eso estoy muy contento con La Prueba”, comentó.
A nivel personal, dijo que si le gustaría convertirse nuevamente en papá, pero negó que Ludwika esté embarazada.
“Cuando estemos embarazados yo mismo se los haré saber, porque no tengo ningún motivo para ocultarlo.
“Ludwika está trabajando y sería antiprofesional embarazarse en plena telenovela”, declaró.
La develación de las 200 representaciones estuvo a cargo de Claudia Lizaldi y Carmen Muñoz, conductoras del programa Nuestra Casa.
Llegan a las 200
El mundo de la locura y el de las matemáticas son los puntos sobre los que converge la puesta en escena La Prueba, del dramaturgo estadounidense David Auburn, que celebró 200 representaciones en el Teatro Diego Rivera.
- La tradicional placa conmemorativa del montaje que se estrenó hace nueve meses fue develada por Carmen Muñoz y Claudia Lizaldi, conductoras del programa de televisión Nuestra Casa.
-La pieza teatral cuenta con las actuaciones alternadas de Plutarco Haza, Ludwika Paleta, Ana Layevska, Ernesto Godoy, Dominica Paleta, Ana Karina Guevara, Patricio Castillo y José María Negri.
-La trama, relatada en dos actos que tienen como escenario el traspatio de una casa en la ciudad de Chicago, cuenta la historia de un matemático (José María Negri) y su hija (Ana Layevska) que comparten una mente brillante donde todo son números y también la locura.
-A veces el padre muerto sólo llega como recuerdo, otras es el personaje que están a punto de sepultar y en la primera escena, con la que inicia la obra, aparece como un fantasma para celebrar a su hija en su cumpleaños 24, justo el día del sepelio.
-Dramática de principio a fin, pero dotada de ricas pincelas de humor, La Prueba es una gran historia de enorme exigencia actoral que aborda el tema de la locura de un hombre que puede haberle heredado a su hija menor que dejó la universidad para dedicarse en cuerpo y alma a cuidar a su padre y evitar el hospital psiquiátrico.
-La puesta en escena es una producción de Morris Gilbert, bajo la dirección de Jaime Matorredona, con traducción y adaptación de Erick Marroquín, en la que se exploran los misterios del amor, de las matemáticas y el de la locura.
-En dos actos, con cuatro y nueve escenas que van del presente al pasado, de la locura a la lucidez, del dramatismo al humor, la obra apela a la inteligencia de los espectadores, a través de la vida de los personajes de Robert (el padre) y Catherine, además de la otra hija de Robert Claire (Dominica Paleta) y un joven matemático llamado Harold (Ernesto Godoy).
-Claudia Lizaldi y Carmen Muñoz dijeron que se trata de una pieza escénica maravillosa que cuenta con excelentes actuaciones. “Es una obra con mucho humor, espectacular; nos arrancaron sonrisas, lágrimas, carcajadas, es una pieza con mucha luz”, señaló la primera.
-En su alocución, Plutarco Haza, actor que comenzó el proyecto junto con su esposa Ludwika Paleta, su cuñada Dominica y el primer actor Patricio Castillo, habló en representación de todo el reparto al que se han unido otros histriones para alternar funciones.
- La Prueba relata la vida de Catherine, una joven universitaria que se ve obligada a abandonar su prometedora carrera en la universidad ante una terrible enfermedad que terminará con la vida de su padre, un brillante matemático que ha heredado a su hija no sólo la inteligencia sino al parecer también el mal que lo llevará a la tumba.
-El montaje, que se presenta de viernes a domingo, cuenta con un magnífico diseño de escenografía e iluminación a cargo de Laura Rode y tiene como lema “Su mente busca una razón, su corazón un equilibrio”.
FUENTE: Notimex
