EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Las carencias y problemáticas que enfrenta la Subprocuraduría de Justicia son muchas y el nuevo titular, Hugo Armando Reséndiz Martínez, se pasa la mayor parte del tiempo fuera de su oficina, ?reconociendo? la región y ?socializando? con funcionarios municipales y estatales.
Con el argumento de que desde muy temprana hora acude a las oficinas públicas ubicadas en el kilómetro 11.8 del Periférico, en el tramo que corresponde a Ciudad Lerdo, el nuevo subprocurador no es visto en los pasillos de la dependencia, el resto del día.
Carencias materiales y humanas, en áreas como Servicios Periciales, la papelería y materiales de oficina que se consumen en atención a la ciudadanía, son algunas de las principales carencias que no han sido revisadas por el nuevo responsable.
Sólo anuncios al vapor como la creación de una oficina receptora de la Contraloría Interna, para atender las quejas contra los funcionarios, además de una ficticia convocatoria para la aplicación de exámenes de selección de agentes del Ministerio Público.
Integrantes de colegios y barras de abogados que manifestaron su descontento con la designación de Reséndiz Martínez, siguen en la postura de vigilar las acciones del funcionario, con el único fin de corroborar el buen desempeño de su trabajo en tan importante dependencia.
Con el argumento de que aún se está ?empapando? de la situación en La Laguna de Durango, Hugo Armando Reséndiz ha comentado que no concederá entrevistas a los medios informativos hasta después de semanas al frente de la Subprocuraduría.
La constate ausencia del funcionario estatal ha sido corroborada por el representante de El Siglo de Torreón, que al indagar con las secretarias de Reséndiz Martínez, sistemáticamente se informa que no se encuentra y no saben si va a regresar.
PENDIENTES
Las principales problemáticas de la Subprocuraduría de Justicia en la Comarca Lagunera no han sido atendidas por el nuevo responsable de la dependencia
Faltan agentes de Servicios Periciales.
No hay Ministerio Público de reserva.
Insuficiente material de oficina.
No hay conmutador.
Falta de mantenimiento al edificio.
Deficiente parque vehicular.
Rezago histórico de averiguaciones.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón