A pocos días que termine la actual administración el desgano es evidente
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Aunque el compromiso de los regidores lerdenses es hasta el final de la presente administración, lo cierto es que muchos de ellos ya no acuden a presidencia municipal para atender a los ciudadanos, otros aunque llegan tarde, se van temprano.
La sala de regidores ayer estaba vacía. Eran las 11 de la mañana y ni Nicolás Rangel Campos estaba, aunque acostumbra llegar a esa hora... La gente asomaba la cabeza por la entrada del lugar y al comprobar que los Ediles no estaban, se retiraban cabizbajos.
Poco antes de las 12 del día fueron llegando. Marcos Carrillo García y los panistas, Roberto Favela Escobedo, María del Refugio Franco Crabtree y Nicolás Rangel, llegaron como en fila india. Para la una de la tarde, no estaba ninguno. Según comenta una secretaria, “seguramente salieron a realizar alguna gestión”.
El caso es que de los nueve regidores priistas, sólo Carrillo García estaba en la sala referida. Rosalío Herrera Núñez llegó casi al filo de la una de la tarde. De los panistas, El Siglo de Torreón echó de menos la presencia de Ricardo Raúl Dillon Ruiz y de María del Carmen Olguín Mogollón.
Candelario Delgado Mendoza, del Partido Duranguense, nunca llegó, como tampoco lo hicieron Ignacio Macías Meza, María de Lourdes Castil Rivas, Alfredo Ibarra Valenzuela, Lorenzo Ponce, Benjamín Arreola García, Hugo Eduardo Guillén Martínez y Baudilio Meraz Silva.
Este último, de acuerdo a lo que comenta un trabajador municipal, quien solicitó el anonimato, durante toda la presente administración, nunca se presentó a gestionar apoyos para la ciudadanía. “A las dos con 30 minutos llega todos los días a firmar, para que digan que sí vino, lo que pasa es que tiene un puesto en la CTM en Gómez Palacio como secretario particular del ahora finado, Jesús Ibarra Rayas”.
Manifestó que además, Meraz Silva siempre llega tarde a las juntas de Cabildo, “caso concreto la de la semana pasada, que por casualidad terminó a la una de la tarde y cuando llegó a la presidencia municipal, la reunión tenía rato de haberse acabado”.
Ciudadanos como Jesús Gallegos Ibarra, quien tiene su domicilio en privada Melquíades Campos, número Diez, dicen que los hechos valen más que mil palabras. “Los que están aquí a diario son los panistas, a los priistas se les ve muy poco”.
Añade que le parece de mal gusto que porque esté terminando la administración, ya no quieran venir. “Es su obligación, pues para eso se les paga y no es justo que ya no quieran resolver los problemas de la gente”.
Consideró que ni los regidores priistas, panistas y de otros partidos, deben recibir el bono de marcha. “Esa cantidad se debe invertir en becas, despensas y medicinas. Ahí se notaría la voluntad de estos servidores públicos”.