La solicitud "militar" de EU, está motivada por la necesidad de que haya elecciones en Irak en enero, no con los comicios de noviembre, aseguran.
18 de octubre 2004.
Londres, (EFE).- El Gobierno de Tony Blair aceptará, previsiblemente esta semana y sólo días de las elecciones en Estados Unidos, la petición de Washington para enviar unos 650 soldados británicos al triángulo suní de Irak en apoyo de las tropas norteamericanas.
El ministro de Defensa, Geoff Hoon, dijo hoy en la Cámara de los Comunes que la decisión la tomará a mediados de esta semana el jefe del Estado Mayor, el general Michael Walker, y señaló que mañana mismo será enviado un equipo de reconocimiento a la zona afectada de Irak, que evitó precisar.
Aunque Hoon no dijo claramente que la solicitud estadounidense será aceptada por el Gobierno del Reino Unido, así lo sugirió.
El ministro de Defensa explicó que esa petición viene de "un buen aliado", no supone un cambio fundamental en las operaciones del Reino Unido en Irak y permitirá que las tropas de Estados Unidos "mantengan una presión continua sobre los terroristas".
Afirmó además que la solicitud "militar" de EU, recibida el día 10, está motivada por la necesidad de que haya elecciones en Irak en enero, pero no relacionada con los comicios norteamericanos del 2 de noviembre, como han sugerido políticos y comentaristas en el Reino Unido.
El posible envío de soldados británicos desde su más segura base de Basora (sur de Irak) a zonas peligrosas alrededor de Bagdad, para apoyar y cubrir los combates de las tropas de EEUU contra las fuerzas insurgentes en Faluya, ha causado polémica en este país.
La prensa británica especula con que esta medida está destinada a apoyar la campaña electoral del presidente de EEUU, George W. Bush, y así también lo sugirió este fin de semana el diputado conservador Nicholas Soames, ministro de Defensa en la sombra.
En su declaración ante los Comunes, Hoon tampoco reveló a qué regimiento afectará el despliegue ni dónde serán enviados los soldados, aunque precisó que no irán a Bagdad ni a Faluya, considerada el cuartel general del jordano Abu Musab Al Zarqaui, el temido jefe del grupo Monoteísmo y Guerra Santa.
Se espera que el batallón afectado sea el Black Watch, la división británica de reserva con base en Escocia, que cubriría las espaldas a las tropas norteamericanas mientras llevan a cabo una fuerte ofensiva sobre Faluya.
Según el ministro de Defensa, existe una "clara justificación operativa" para la solicitud del Ejército de Estados Unidos.
Aunque en varias ocasiones aseguró ante los Comunes que la decisión todavía no ha sido tomada, Geoff Hoon defendió la petición de Estados Unidos como basada en la necesidad de que "los terroristas no tengan oportunidad de matar a inocentes" en Irak.
Es una reclamación de "un aliado próximo para que le ayudemos en una situación difícil", afirmó Hoon, quien destacó que en cualquier caso afectaría a un número "limitado" de tropas británicas.
El posible envío de soldados del Reino Unido a áreas conflictivas de Irak bajo control estadounidense es una decisión de delicadas implicaciones políticas en el Reino Unido.