30 de mayo 2004.
PUERTO PRINCIPE (AP).- Tres poblaciones del sur de Haití se hallan en peligro de nuevas inundaciones, mientras superan los mil 400 los muertos por lluvias torrenciales y avalanchas de lodo en Haití y en la República Dominicana. Asimismo, las autoridades dijeron que unas mil 500 personas estarían desaparecidas en una región del sur de Haití.
Equipos de rescate contaron 350 muertos en la población sureña de Bodarie, dijo la Agencia de Protección Civil de Haití.
Por otra parte, un equipo de la Cruz Roja Internacional regresó a últimas horas del sábado de una zona gravemente afectada por las inundaciones, y dijo que los diques cercanos a tres aldeas podrían romperse en caso de más lluvias, informó Bernard Barrette, un portavoz de la organización.
El grupo visitó una de las aldeas, Bawa. De la población, estimada en 500 personas, por lo menos habían muerto 65 personas, dijo Barrette. Indicó que el equipo sobrevoló la mitad de las aldeas sureñas en torno a la población de Mapou, y tiene intención de retornar a otras zonas castigadas por los temporales.
Según Barrette, el equipo calcula que hay unos mil 500 desaparecidos en la región.
En la vecina República Dominicana, los soldados enterraron el sábado los cadáveres encontrados en un islote rodeado de cocodrilos.
Gobiernos y agencias de asistencia internacional han enviado ayuda de emergencia para paliar problemas ante lo que es "uno de los peores desastres naturales que afecta al Caribe", según el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria.
Venezuela despachó a Haití un avión cargado de alimentos, ropas y medicinas junto con médicos y empleados de grupos de rescate. Un avión de la Cruz Roja de España partió el sábado de Madrid llevando 12 toneladas en equipos y medicinas a la República Dominicana.
Otros grupos de rescate y soldados de la fuerza multinacional en Haití trataban de llegar a aldeas que quedaron aisladas hace algunos días cuando avalanchas de lodo enterraron comunidades enteras.
Entre ellas figura La Cuarenta, un barrio de la población fronteriza dominicana de Jimaní donde residían 13.000 personas. Todo lo que queda de La Cuarenta son restos de palmeras, lápidas derribadas en un cementerio y las bases de cemento y trozos de madera de viviendas arrancadas de sus cimientos.