Pretende la administración del presidente Fox "heredar resuelto" el problema del régimen de pensiones de la CFE y del ISSSTE al próximo Gobierno.
26 de agosto 2004.
MEXICO (AP).-El gobierno mexicano buscará reformar el régimen de pensiones de todas las empresas y organismos públicos, incluido el del gigante Petróleos Mexicanos (Pemex), antes de que concluya la actual administración.
Un vocero de la presidencia dijo el jueves en un encuentro con la prensa extranjera que la idea es "heredar resuelto" el problema del régimen de pensiones al nuevo gobierno que asuma a finales del 2006.
Señaló que después de que el Congreso aprobó a principios de agosto una reforma al régimen de pensiones de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se abrió la posibilidad de lograr acuerdos políticos para sacar adelante otras modificaciones.
Además de Pemex, el gobierno espera modificar el régimen de pensiones de la Comisión Federal de Electricidad, Luz y Fuerza del Centro y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Por lo pronto, el gobierno ya inició negociaciones con el sindicato y las autoridades del ISSSTE y, según el vocero, las pláticas "Van por buen camino".
Según el gobierno, si se logra reformar el sistema de pensiones de esas empresas y organismos obtendría más dinero que con una reforma fiscal, que ha buscado desde el 2000, pero que no ha prosperado.
El vocero dijo que con una reforma fiscal se obtendrían unos seis mil millones de dólares anuales, cuando sólo con modificar el régimen de pensiones del IMSS y del ISSSTE se tendrían unos cinco mil 500 millones de dólares al año.
Las autoridades han dicho que las pensiones representan una gran carga económica para el gobierno que tiene que destinar miles de millones de dólares anuales para financiar las pensiones ante la imposibilidad de las empresas y organismos para sufragar esos costos.
El tema, sin embargo, ha dividido a varios sectores en el país. Los sindicatos y los partidos de oposición han manifestado su rechazo a modificaciones a esos regímenes de pensiones.
El rechazo, sin embargo, no impidió que se reformara la ley del IMSS, lo cual da esperanzas al gobierno de que prosperará en otros casos.
Las modificaciones al IMSS establecen que en el futuro las cuotas de los trabajadores del sector privado afiliados al instituto (unos 12 millones) y de los patrones que aportan (alrededor de 800 mil) no podrán destinarse al pago de las pensiones de los empleados del Seguro, como ocurre actualmente.
La reforma, sin embargo, sólo aplicará para los nuevos empleados, por lo que los actuales trabajadores activos (unos 370 mil) y jubilados (120 mil) continuarán con el régimen anterior.
Sindicatos, incluido el del Seguro, anunciaron movilizaciones para el 1 de septiembre, día en que el presidente Vicente Fox rendirá su cuarto informe de gobierno ante el Congreso.
