Managua, (Notimex).- El embarazo de una niña nicaragüense de 11 años de edad, supuestamente violada por su padrastro, causó una nueva polémica por la petición de su familia de practicarle un aborto y la oposición de las autoridades a esta intervención.
El procurador de la Niñez y la Adolescencia, Carlos López, pidió al Ministerio de la Familia actuar en correspondencia al derecho a la vida de la niña.
Por su parte, la ministra de la Familia, Carmen Largaespada, dijo a periodistas que las autoridades considerarán aplicar el aborto terapéutico como última opción con criterios estrictamente médicos.
La menor, cuya identidad está protegida, sufrió violaciones sexuales en forma reiterada supuestamente de parte de su padrastro, y ahora se estaría negando a continuar con el embarazo.
La madre de la niña y la abuela creen que la pequeña no debe dar a luz por el riesgo que representa para la infante y por el trauma que sufrirá ella y toda su familia.
La Red de Mujeres contra la Violencia se pronunció por respetar la decisión de la menor ultrajada porque no pueden poner en riesgo su vida y además la familia no cuenta con los recursos económicos para la manutención de un bebé.
La dirigente de la Red, Juana Jiménez, anotó a radioemisoras locales que la menor de 11 años de edad tiene en la actualidad 12 semanas de embarazo y hasta el momento no ha presentado ningún tipo de complicación.
Meses atrás, otra niña nicaragüense fue violada en Costa Rica, hecho que provocó en el vecino país una fuerte polémica entre quienes apoyaban la interrupción del proceso y otros que estaban en contra, incluida la Iglesia católica.
La infante de nueve años de edad se trasladó a Nicaragua con sus padres, donde luego fue sometida a una interrupción clandestina de su embarazo en Managua.