Rogelio Madero de la Peña obtiene el Premio Nacional por Creatividad en Acero.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Un águila simplificada que resume todo el sentido del arte minimalista y que al mismo tiempo representa el poder de la libertad, bien vale la pena para un premio nacional.
El lagunero Rogelio Madero de la Peña recién recibió el Premio Nacional de Creatividad en Acero, por la escultura urbana que realizó para el fraccionamiento Cerradas de Cumbres de Monterrey.
“Es un águila muy simplificada y estilizada, que trata de seguir la línea minimalista”, explica el creador lagunero en entrevista vía telefónica. Actualmente radica en Monterrey.
La obra recuerda la frase aquélla de “Donde las águilas hacen su nido”, ya que desde un principio el proyecto arquitectónico del fraccionamiento tuvo este planteamiento.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero) es quien otorga este premio. Madero la Peña explica que esta asociación concentra a los más importantes productores de hierro y acero de toda la República.
Con casi 50 años de trayectoria en el área de la escultura, don Rogelio confiesa sentirse adulado con esta nueva distinción, que -cabe destacar- no es la primera.
“Es un halago, porque de vez en cuando a uno le gusta recibir una ‘palmadita’ al ego y al alma”, afirma. Es la segunda vez que obtiene este premio por parte de la Canacero, organismo que cada dos años selecciona a las dos mejores obras de artistas mexicanos.
Del recuerdo...
Desde sus años de estudiante, Rogelio Madero de la Peña descubrió su pasión por la escultura. No encontró en ese entonces una escuela que ofreciera la carrera como tal, así que optó por la arquitectura: “Era lo más cercano a lo que yo quería”.
Una vez que concluyó la universidad, consiguió una beca para estudiar en Estados Unidos, en donde vivió cerca de 35 años. Regresó una temporada a vivir a Torreón, pero una vez más decidió emigrar al país vecino, de donde finalmente retornó hace ocho años.
Madero de la Peña recuerda que por ese tiempo, el arte gozaba de una buena demanda en México y con el apoyo de sus hijos, decidió cambiar su residencia a Monterrey, ciudad en la que ha realizado un sinfín de obras monumentales.
Como ejemplo, están la escultura urbana a las Tres Culturas y el águila del fraccionamiento Cerradas de Cumbres, que día a día recuerda a los vecinos del lugar que los detalles más simples de la vida cotidiana son los más importantes, para llegar a una total libertad.
Una difícil meta
Desde que regresó a vivir a México, Rogelio Madero de la Peña tiene un objetivo en mente: Crear una escuela de escultura profesional.
“Me interesa mucho poner una escuela, yo pensé que iba a ser fácil y que mucha gente me iba a apoyar, pero no ha sido así”, comenta.
Hasta el momento, los planes están el “aire” porque no ha conseguido el apoyo. Además, como se dedica de lleno a la producción de esculturas, tanto para empresas como para particulares, le resulta complicado concretarlos.
CIEN POR CIENTO LOCAL
En Torreón, muchos coleccionistas cuentan con creaciones de Rogelio Madero de la Peña y en El Siglo de Torreón están El Quijote y el busto de don Antonio de Juambelz y Bracho, como fiel ejemplo de la calidad de su obra.
-El Quijote, que en vez de una espada (como es mundialmente conocido) lleva una pluma, en alusión al oficio del periodista.
-El busto de don Antonio de Juambelz y Bracho, que retrata los rasgos de un hombre que se ganó el respeto y el cariño de muchos laguneros.
CASI 50 AÑOS
Rogelio Madero de la Peña cuenta con una trayectoria profesional que abarca cerca de cinco décadas en la disciplina de la escultura.
-Nació en Torreón el 25 de septiembre de 1936. Es casado y tiene tres hijos, quienes han colaborado con él en la producción artística.
-Estudió arquitectura en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Campus Monterrey; diseño en el Columbus College of Art and Design, en los Estados Unidos; y escultura en el San Francisco Art Institute, de San Francisco.
-Actualmente, tiene su propio taller de escultura en Monterrey.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
