Miami, EU, (EFE).- Un estadounidense, que se encontraba en libertad condicional y que fue arrestado bajo sospecha de robar carteras arrebatándoselas a sus víctimas, enfrenta ahora la posibilidad de una pena de más de 1.000 años de cárcel.
Paul Frederick Goodwin, quien reside en la ciudad de Sharpes (Florida), fue condenado en 1988 por abuso sexual, a 25 años de cárcel y 999 años, 98 meses y 99 días de libertad condicional.
En 2000 logró salir de la cárcel después de acordar que volvería a ella y cumpliría allí toda su condena de libertad bajo palabra si era sentenciado por nuevos delitos.
Esta semana, Goodwin, de 39 años, fue arrestado bajo sospecha de robo después de que la policía comprobara que su apariencia física coincide con la descripción de un buscado ladrón de carteras.
El hombre se declaró inocente de tres acusaciones de robo presentadas por la fiscalía.
Sin embargo, si es encontrado culpable deberá volver a la cárcel y cumplir la condena acordada.
