Creadoras laguneras hablan de la influencia que Kahlo ha tenido en su obra.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Fue polémica en su vida y también en su muerte, cuando la bandera roja del Partido Comunista cubrió su féretro. A 50 años de su partida, no sólo México recuerda a Frida Kahlo, sino también el mundo entero.
Inmortalizada a través de sus múltiples autorretratos, en los que no dejó de plasmar el gran amor que sintió por el también pintor Diego Rivera, así como el dolor físico que la acompañó hasta el último de sus días, el 13 de julio de 1954, Frida se ha convertido en un símbolo cien por ciento mexicano.
Su vida estuvo marcada por la tragedia, pero no por eso Frida veía su alrededor en blanco y negro, sino que lo plasmaba en diversas tonalidades, especialmente en rosa mexicano. En 1913 sufre un ataque de poliomielitis que le afecta la pierna derecha y en 1926, enfrenta un terrible accidente mientras viajaba en un autobús.
El resultado fue rotura de la columna vertebral en tres sitios, así como la clavícula, tres costillas, la pierna y el pie derecho. Un tubo le atravesó la cadera hasta el sexo, produciéndole una triple fractura de la pelvis que le impediría tener hijos.
Durante su convalecencia empieza a pintar, obras que más tarde mostraría a Diego Rivera, con quien contrajo nupcias en 1929; ella tenía 22 años y él 43.
Su amor por él fue tan grande que le perdonó su infidelidad con su propia hermana, Cristina Kahlo, lo que provocó su divorcio años más tarde. Esta situación, a la par de sus abortos y sus múltiples complicaciones físicas la sumen en una depresión.
Mención aparte merece su activismo político, al ser una entusiasta integrante del Partido Comunista. Cultivó amistades con Leon Trostky -líder de la Revolución Bolchevique-, a quien recibió en su casa hacia 1937, luego de que regresa de Nueva York, a donde había viajado para olvidar su decepción con Diego.
Con Trostky sostendría una relación más allá de la amistad y compartiría sus ideales políticos. Al año siguiente, acogió a André Bretón, con quien también entabló una estrecha amistad y quien promovió incansablemente la obra de la pintora mexicana en París.
Trece meses después de la ruptura con Diego Rivera, la pareja volvió a casarse. En sus últimos años de dolor y de ofuscación por su dependencia de la droga, Frida tuvo cerca, no a su lado, a un Diego al que la noche antes de morir le trató como al hijo que nunca tuvo y le advirtió de que “si quería hacer de su vida un papalote”, así lo hiciera.
Finalmente, pierde la batalla contra la vida el 13 de julio de 1954, luego de graves complicaciones y una bronconeumonía. Sus cenizas reposan en una urna en la Casa Azul de Coyoacán, hoy convertida en museo.
Como muchos creadores alrededor del mundo, artistas plásticas laguneras se han visto influenciadas por la obra de Frida Kahlo, no sólo por su legado visual, sino también por su enseñanza de vida. Ellas hablan sobre el símbolo que representa en la cultura mexicana.
AÚTENTICA
Gloria Banda considera que Frida fue una mujer fuerte, profesional y honesta en cuanto a su proyección artística.
Respecto a su obra, la lagunera ganadora de un premio en Florencia, Italia, expresó que es auténtica, uniforme, original y con un lineamiento. “El trabajo de su esposo Diego Rivera nunca influyó en ella, su manejo de colores puros y simples son extraordinarios”.
Los temas de las obras son los que no le atraen, pero los respeta porque significan en gran parte el contexto y las situaciones difíciles por las que la artista pasó durante su vida.
“Creo que ese sufrimiento y ese sentimiento de sentirse diferente a los demás es lo que vuelve a una persona más sensible y le brinda más herramientas de expresión. Lo que más admiro de un creador es que logre expresar”.
A cincuenta años de su muerte, Gloria afirma que en la Casa Azul de Coyoacán aún se logra sentir la presencia de Frida, así como la energía positiva y fortaleza que mostró ante la vida.
“Me encanta su personalidad, fue una mujer interesante y auténtica, quien difundió tanto en sus obras como en su persona la cultura y tradiciones mexicanas”.
Para Gloria, es un gran acierto el que se rinda homenaje a un personaje que representa el arte y la cultura en México. Ahora en día, “es impresionante cómo su obra está cotizada en el mercado y que a partir de ella se haya valorado el talento de otras grandes artistas”.
ADMIRABLE
Lorena Holguín siente admiración por Frida Kahlo debido a su gran pasión por la vida, por Diego Rivera por su trabajo y por todo lo que la rodeaba.
Su obra, expresó, impacta en el espectador por ser fuerte y porque incluye un gran manejo de color, además porque refleja el contexto histórico en el que se desenvolvió y el sufrimiento causado a raíz de un accidente.
La personalidad e intensidad con la que elaboró cada una de sus pinturas, que en lo particular no son de su total agrado, no porque sean malas, sino por cuestión de gustos, son de los aspectos que más le llaman la atención de Frida.
Lorena Holguín es artista plástica desde hace aproximadamente 20 años y su más reciente obra es Ramajes, la cual expuso en la Casa del Cerro en 2003, además ha expuesto en varios estados de la República y en Estados Unidos.
MEXICANA
“Admiro que Frida fue una persona polémica”, expresó la joven creadora Adriana Hernández, quien desde hace cuatro años trabaja en las artes visuales.
Para Adriana, Frida Kahlo es de las pocas creadoras que plasmó lo que se esconde en el interior de una persona y que difícilmente se logra expresar a través de lo que denominó “retratos de la vida”. Al observarlos, dijo que se logra experimentar en cierta forma el dolor y la soledad que padeció.
Considera que su influencia va más allá de la forma de pintar, pues considera que más que nada la ha inspirado su criticidad y su lucha por los ideales.
“Frida fue una persona muy romántica, de carácter fuerte y sobre todo muy paciente y polémica en cualquier aspecto de su vida”.
En lo particular considera muy buenos sus cuadros, siendo su favorito Las Dos Fridas, en el que se denota un gran uso de color y su orgullo por sus raíces, por México.
Honran su memoria
Qué vestía, quiénes fueron sus amigos y detalles de su relación con Diego Rivera, es lo que se puede conocer a través de las exposiciones conmemorativas del 50 aniversario luctuoso.
Frida Kahlo: La selva de sus Vestidos, los “Judas” de sus Venas”, como ha sido titulada, es exhibida en el Museo Mural Diego Rivera y está integrada por más de 250 piezas.
Otros museos también participan en los homenajes que está ofreciendo el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), con cuatro exposiciones con distintas facetas de la pintora: maestra, modelo, pareja de Rivera y en su vida cotidiana.
La Casa Museo de Frida y Diego Rivera acogerá Frida Maestra, un Encuentro con los Fridos, que se inaugurará el dos de septiembre y permanecerá abierta hasta el 28 de noviembre, exposición con la cual se podrán conocer los testimonios y obras de Arturo Estrada, Arturo García Bustos, Guillermo Monrroy y Fanny Rabel, alumnos de Frida.
En Monterrey, la capital de Nuevo León, se exhibirá a partir del 18 de julio Frida Kahlo te Invita a su Casa, una exposición dedicada al público infantil, que podrá acercarse a la pintora a través de su vida cotidiana y conocer la cocina, su habitación y su comedor.
El Museo de Arte de Aguascalientes presenta, por su parte, la muestra Diego y Frida una Sonrisa a Mitad del Camino, que contextualiza los veinticinco años de la vida de la “más importante pareja de artistas y amantes del siglo XX”.
Fuera de México el Museo Latino de Nebraska exhibirá El Encanto Enigmático de Leo Matiz, que reúne un total de 26 imágenes realizadas por el fotógrafo colombiano en su encuentro en la década de los años cuarenta con Kahlo.
