Querida Secretaria:
Recibimos un mensaje de una de nuestras lectoras explicándonos que recientemente ha sido promovida para ocupar el puesto de asistente ejecutiva del gerente de una empresa muy importante. Sin embargo, comenta que está adquiriendo la fama de ?la villana de la oficina?, pues está desempeñando uno de los deberes más molestos de su jefe ?corregir y supervisar al personal de la oficina:
?Soy la que tengo que reprender a los compañeros si llegan tarde, si dejan la oficina antes de la hora de salida, o si su apariencia no es la apropiada para el trabajo. No me importaría el apodo, ni cumplir las órdenes de mi jefe, si el título de sub-gerente y el pago extra se me concedieran. Además, mi jefe no se ha molestado en informar al personal que deben acatar los requerimientos que les haga?.
Asimismo nos pide le aconsejemos qué hacer en esta situación: Ante todo debes exponer tu problema a tu jefe, explicándole bien cómo te sientes acerca del rol que estás desempeñando. Luego sugiérele que ambos redacten un memorándum en el que se especifique su criterio acerca de la puntualidad, ausentismo, horario de oficina, habilidades en el trabajo y otras situaciones problemáticas. También debe hacerles saber que se te ha conferido autoridad para supervisarlos en estas políticas.
Por supuesto que esta comunicación no va a resolver todos tus problemas, siempre habrá alguien muy problemático que cometa anomalías y resultará muy difícil disciplinarlo. En estos casos conflictivos será necesario que pongas a tu jefe al tanto de estas irregularidades.
Por otra parte, tu actitud tiene mucho qué ver en estos casos. Debes darte cuenta que casi todas las reconvenciones son tolerables si son hechas con tacto y respetando los sentimientos de las personas. En otras palabras trata de actuar como agente de tu jefe y no como tu jefe en sí.
Inevitablemente hay momentos de tensión. Siempre que esto suceda, quienquiera que cuestione tus intervenciones o que piense que son injustas, sería recomendable que hablara con tu jefe. Estos incidentes generalmente terminan en debate, cuyos resultados no son casi siempre los deseados. Si tu jefe se rehúsa a intervenir, tendrás que contar tan sólo con tu actitud diplomática y buena fe y no mostrar ninguna señal de arrogancia.
Sería aconsejable que tomaras esta responsabilidad como un reto y no como una carga. Si logras salir airosa en estas eventualidades, será un escalón para ganarte la subgerencia. El hecho de que tu jefe te haya confiado esta responsabilidad indica que tiene confianza en tu buen criterio.
Proponerte mejorar el ambiente de la oficina. Sería muy provechoso para ti si pones menos atención a lo que pudieran calificar como trabajo escabroso y dedicaras más de tu tiempo a tu trabajo de rutina.
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