Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Posdata Secretarial / La asistente con una imagen sí-señor

Profra. Pilar D.R. de López

Querida Secretaria:

Sí señor, ciertamente, por supuesto, seguro, ok...

¿Dónde fija la asistente los límites para expresar sus opiniones? A muchas asistentes les gustaría sugerir mejorías en los procesos de oficina o refrasear algunas expresiones de su jefe en su redacción, pero no quieren aparecer como unas sabelotodo.

No se trata de enrolarse en una constante batalla, pero sí estar conscientes de no desarrollar una imagen sumisa que resulta poco atractiva. Por supuesto, que si los jefes le piden su opinión a sus asistentes, ciertamente que quieren una sincera respuesta y no que estén de acuerdo con ellos tan sólo porque son los jefes. Aunque no coincidas con él, tendrá que respetarte por honesta. Se dará cuenta que tienes tu propio criterio. Por supuesto que no todos los jefes reaccionan de igual manera. Ante todo analiza cómo son tus relaciones con tu jefe y así podrás determinar si será receptivo o no a tus opiniones. Si quieres presentarle una idea asegúrate de tenerla muy bien estudiada y no lo hagas cuando esté atendiendo algún asunto difícil.

Cuando pienses que alguna tarea puede hacerse de una manera más eficiente, presenta tus sugerencias como una propuesta: ?¿Qué le parecería...??. Si no expones tus opiniones nunca vas a descubrir tus capacidades. Además es parte de tu trabajo ofrecer tus indicaciones, éstas pueden ser muy valiosas. Los jefes lo esperan, no quieren tener una asistente ?sí señor. Hay una diferencia entre no estar de acuerdo con el jefe y el de ofrecer sus atinadas aportaciones. Dos cabezas piensan mejor que una y tú puedes señalar un método para solucionar un problema que no se le había ocurrido a él.

Las secretarias titubeantes, opacadas, miedosas, inmediatamente causan en su jefe la impresión de que no están seguras de las reformas que están proponiendo. Aquí están algunas sugerencias que serán de ayuda:

1.-No interrumpas a tu jefe cuando estás tomando un dictado, pues le descontinúas su tren de pensamiento. Escribe una señal que te recuerde que tienes una duda.

2.- No sugieras un cambio nada más porque sí.

3.- No propongas ninguna reforma hasta que la hayas estructurado bien y puedas justificarla.

4.- No demuestres resentimiento si tu idea no ha sido aceptada.

Muchas asistentes se resisten a contradecir a sus jefes, porque piensan que están corriendo un riesgo. Pero en realidad pocas ?si no es que ninguna- asistente han perdido su trabajo por mostrar su iniciativa.

Envíanos tus comentarios a: inst.ma.cristina@coahuila.com

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 73965

elsiglo.mx