Querida Secretaria:
Necesitas equilibrar tus deberes maternales con el resto de tu vida
¡Tantas cosas que tienes qué hacer! Sin embargo, ¡dispones de tan poco tiempo! ¿Están tus hijos recibiendo la debida atención?
El debate de la calidad del tiempo ?versus- la cantidad de tiempo
Esta controversia tan polémica va perdiendo su potencial. Los expertos en la educación de los niños están de acuerdo que las definiciones de ayer ya no funcionan hoy. ?La cantidad de tiempo? no es posible aplicarla con las madres que trabajan, y la noción de ?la calidad del tiempo? impone una gran presión en las mamás que constantemente están pensando en cómo entretener a los hijos. Lo que es aconsejable ?y esencial- es que los padres tengan una completa entrega con sus hijos. Así pues dedícales todo el espacio que te sea posible y proporciónales las más experiencias que puedas, acompañadas de un gran cariño.
Esto parece sencillo, pero pulsando el medidor de culpas de cualquier madre, te encontrarás con muchas dudas y ansiedades. ¿Cómo puedes estar segura que lo estás haciendo bien?
Tranquilízate ?y admite tu mérito en conocer muy bien a tus hijos
Los niños exigen cambios. Afortunadamente los padres están preocupados en estar al tanto de cómo les está yendo a sus hijos. Estudia las siguientes guías para aclarar tus posibles inquietudes:
Regresión. Cuando un niño está bajo tensión, emplea mecanismos de defensa normales, tales como el de dar un paso a dos hacia atrás. Algunos de éstos se manifiestan cuando el niño de primaria empieza a hablar como un infante, o cuando la preadolescente añora sus juguetes de la niñez. Éstas son señales que necesitan más atención.
Excesivo apego. Una vez que los niños han aprendido a jugar entre sí, una repentina súplica ?por favor no te vayas?, puede ser un indicio de inseguridad. Alienta la confianza de tu hijo, confrontándolo de inmediato.
Peleas entre hermanos. Fricciones menores entre ellos son normales, pero pleitos frecuentes o escandalosos son manifestaciones de que están clamando porque se les dedique más tiempo. Pon atención especial a los instigadores.
Ausencias inexplicables. Las y los chamacos así como las y los adolescentes que piden constantes permisos para ir a casa de los amigos, pueden sentirse alejados de ti. Es normal en estas edades el separarse de los padres y pasar más tiempo con sus amigos, pero si lo hacen como excusa para evitar estar con la familia, reflexiona sobre tu relación con ellos.
Finalmente cuestiónate periódicamente si en realidad estás familiarizada con los aspectos básicos, pero importantes, de sus vidas, tales como quiénes son sus amigos íntimos, uso del Internet, cómo están en la escuela, quiénes son sus ídolos, etc. Si estás enterada de todo esto, no te preocupes ?si estás en contacto.
Envíanos tus comentarios a: inst.ma.cristina@coahuila.com
