Sigue el foro… y se siguen prendiendo los focos rojos.
Ahora es José Woldenberg, el ex consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), quien plantea escenarios de alto riesgo para el país. En suma, plantea la necesidad de una cirugía mayor en el sistema político para encaminar a México hacia un sistema semiparlamentario.
Y aún más. Quien fuera garante durante años de la equidad y transparencia de los procesos electorales dice en el marco del foro “Gobernabilidad Democrática, ¿Qué Reforma?”, que el régimen presidencial está agotado y que por ello es urgente “construir mayorías que permitan la presencia de la figura de jefe de Gabinete, que se maneja en países de Europa”.
Don José no descubre el hilo negro cuando asegura que el gran problema del país es la falta de respaldo que el Gobierno tiene en el Congreso, “porque para gobernar se requiere una mayoría estable en el Legislativo”. Y ese es el punto: la falta estabilidad, de certidumbre y acuerdos frenan al país hasta un punto que resulta insostenible.
En el mismo foro, el llamado líder moral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas, propuso instaurar la figura de jefe de gabinete, una reforma territorial para aplicar programas sociales y una reforma del sistema judicial. Enfatizó que urge evitar que la Reforma del Estado se traduzca en un discurso sin doctrina y tiene razón, ya que ese es otro de los grandes problemas que enfrenta México, que todo queda en discurso sin sustento, sin doctrina y sin que se aterrice en cosas concretas.
En fin, cada día son más las voces de políticos, de académicos, de empresarios y aun de jerarcas de la Iglesia Católica que advierten signos de ingobernabilidad, de peligros políticos y sociales, de un hartazgo generalizado por la parálisis legislativa y el inmovilismo gubernamental. Valdría la pena apostar a que ahora sí, los que tienen que escuchar, actúen en consecuencia, antes de que resulte demasiado tarde.