EFE
MÉXICO, DF.- La embajada de Estados Unidos en México aclaró ayer que el Departamento de Estado de ese país no aconsejó a sus ciudadanos “no viajar a Cancún, sino sólo ser precavidos”.
La representación diplomática señaló en un comunicado de prensa que hizo esta aclaración debido a “la confusión ocasionada por notas periodísticas recientes atribuyendo al Gobierno estadounidense declaraciones sobre riesgos en viajar a Cancún”.
Recordó que el pasado 23 de julio, el Departamento de Estado publicó un aviso “para alertar a los estadounidenses con respecto a manifestaciones y posibles retrasos en Cancún, debido a la renuncia del cabildo (ayuntamiento) de Cancún y la remoción del presidente municipal el 18 de julio”.
La embajada precisó que en este aviso las autoridades aconsejan a los viajeros estadounidenses “únicamente que tengan precaución y eviten las aglomeraciones, en especial cerca del edificio del Ayuntamiento y la Plaza de la Reforma”.
“No dice que los estadounidenses no deban viajar a Cancún, ni que éste sea un lugar peligroso o de riesgo. Se refiere exclusivamente a circunstancias y lugares específicos que podrían ocasionar algún contratiempo a los viajeros estadounidenses en esa ciudad”, señaló la embajada.
El comunicado explica que el Departamento de Estado debe notificar a los estadounidenses “sobre cualquier evento o circunstancia en cualquier lugar del mundo que podría afectar sus planes de viaje”.
Añadió que se dará un seguimiento sobre la situación en Cancún y “modificará el aviso al público de los Estados Unidos de Norteamérica de acuerdo con la situación”.
La publicación de este aviso generó esta semana reacciones de las autoridades federales y estatales del turismo así como de los empresarios hoteleros quienes advirtieron que una alerta del Gobierno de EU sobre riesgos en Cancún afectarían el flujo de viajeros hacia este centro turístico, el más importante de este país.
En relación con el caso la Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún (OVCC) hizo público un comunicado en el que señala que el conflicto desencadenado en el ayuntamiento de esa ciudad no afectó a la recepción de turistas.